Las noticias más leídas del viernes 7 de febrero en El Norte de Castilla
Sandra Catalina, camarera en el Silken Juan de Austria. J. C. Castillo

Sandra Catalina: «No tuve miedo a perder el empleo porque la dirección nos llamaba para tranquilizarnos»

Esta vallisoletana de 37 años llegó allí hace dieciséis para hacer prácticas y ahora es responsable de cafetería

E. Esteban

Valladolid

Domingo, 24 de octubre 2021, 08:11

«Se hizo bastante raro, justo antes de la pandemia teníamos un ritmo de trabajo frenético, incluso tuvimos que coger personal en la cafetería porque no dábamos de sí. Ahora, poco a poco, en días sueltos, se va notando la leve mejoría de ... la restauración». Así resume la vallisoletana Sandra Catalina, su experiencia como camarera en el sector hotelero.

Publicidad

Tiene 37 años, lleva casi media vida trabajando en el hotel Silken Juan de Austria y reconoce que nunca había vivido algo «parecido». Lo más difícil durante todo este tiempo –reconoce– ha sido el vaivén en las restricciones a la hostelería. «Hubo unos meses complicados porque creíamos que podíamos abrir pero luego nos echaban para atrás; el toque de queda a las ocho nos limitaba mucho», asegura Catalina, que empezó allí realizando prácticas y hoy es la responsable del servicio.

Pese a todo, se siente afortunada por varios motivos. El primero, porque fue la primera empleada de la plantilla –son unos cuarenta– que salió del ERTE, a finales de mayo del año pasado. Y segundo, porque el servicio de cafetería en los hoteles ha podido funcionar «mejor» que los bares a pie de calle. «Hemos tenido hasta suerte, porque en hoteles nos han permitido servir cenas y desayunos a los clientes que venían de fuera», señala.

«Se hacía muy duro»

Le cuesta verbalizar cómo recuerda aquellos dos meses que estuvo en casa, en ERTE. Dice que lo pasó «francamente mal». Pero «dentro de todo lo malo» considera que tuvo «suerte». Ha habido compañeros que no lo han hecho hasta mayo de este año, y aún queda una mínima parte que todavía no ha regresado al trabajo, pero que lo hará en las próximas semanas.

Publicidad

«Lo que peor llevé fue pensar, por la situación que había en ese momento, que los compañeros se incorporarían pronto, pero se iba retrasando todo y se hacía muy duro», sostiene Sandra Catalina, al tiempo que agradece el contacto «continuo» que tuvo la dirección con ellos para informarles de la situación que atravesaba el Silken Juan de Austria. «No tuve miedo de perder el empleo porque la dirección nos iba diciendo cómo estaban las cosas, cuáles iban a ser los pasos a dar, y nos daba tranquilidad. No en todos los sitios lo hacen», sentencia.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad