Merluza y pollo compiten por la mayor subida en vísperas de Navidad

Si fiestas tan señaladas ya llevan aparejado de por sí un sobrecoste adicional, este año el plus será doble, el circunstancial y el que va camino de volverse estructural con unos precios de la energía aún elevado con el consiguiente y extendido impacto en la cadena de valor. Apenas un puñado de productos frescos entre los cerca de 200 analizados presentan hoy precios más bajos que hace justo un año y en buena parte de casos se debe a fluctuaciones inusuales del año pasado.

Precisamente el reino de los mariscos, moluscos y crustáceos es el que más bajadas de precios luce, eso sí dentro de una muestra pequeña. De los cinco productos con los que es posible hacer una comparación, según los datos que ha podido recoger el Observatorio municipal de los mercados de abastos, bajan el langostino grande (69%, hasta un precio medio de 14,90 euros el kilo), la almeja babosa mediana (27%, hasta 18,59 euros) y la gamba mediana (14% menos, hasta una media de 14,39); mientras que suben la almeja grande (2,8%, hasta 26,65 euros) y los mejillones (12%, hasta 4,21 euros).

Entre los pescados frescos, muy pocas bajadas. En realidad se limitan al besugo mediano (a 13,80 euros el kilo, el 64% menos que el año pasado por estas fechas), el cabracho (a 6,80, el 46% menos), el rodaballo grande (el 3% menos, a 18,30 euros el kilo), el salmonete, el bacaladito, la pota y la bertorella. De entre los que suben sobresalen con alzas superiores al 60% el congrio pequeño (11,84 euros) y la dorada grande (17,22 euros). La merluza de pincho sube el 53%, hasta los 21,94 euros, rompiendo ya así todos los registros conocidos, ya que el 22 de diciembre del año pasado costaba 15,49 euros.

Más incrementos entre las delicias del reino del mar: el calamar cuesta 18,09 euros el kilo tras subir el 18% respecto a hace un año; la lenguadina, a 12,70 euros con aumento del 12%; y la lubina grande, a 19,15 euros con alza del 25%. Mientras, el rape grande sin cabeza, que está a una media de 31,88 euros, es de los pocos que presentan aumento inferior a dos dígitos (6,7%).

Ahora bien, lo excepcional del momento inflacionista por el que atraviesa la práctica totalidad del planeta también trae consigo aspectos poco corrientes en lo que a rango de precios se refiere. Como decía el eslogan clásico, «busque y compare...», una recomendación que ahora han desempolvado las asociaciones de consumidores para el caso de los alimentos. En el mercado y con algunos productos, no todos, también funciona.

La merluza de pincho cuesta una media de 21,94 el kilo en las pescaderías que la sirven. Pero yendo una por una es posible encontrarla a 26,95 euros y también a 14,98. Algo similar sucede con el rape grande sin cabeza: lo hay a 39,90 y también a 24,80 euros el kilo. O con el salmón, que se encuentra a 19,95 y a 13,80.

También para los amantes de la carne es mejor hacer un ejercicio de desmemoria y no pensar en tiempos pasados, ni siquiera recientes, ya que cualquiera fue mejor. Ya sea ternera, cerdo, cordero o ave todo sube con solo dos excepciones: el lomo de añojo, que baja el 21% hasta 12,50 euros; y los muslos de pavo, cuyo precio se reduce el 1,9%, hasta 7,79 euros el kilo.

Las mayores alzas son para los muslos de pollo (45%, hasta 5,21 euros); el pollo entero (a 3,95 euros tras subir el 32,5%, lo mismo que las costillas de cerdo -a 9 euros-); y la cinta de lomo (30%, hasta 8,27). Entre el 20% y el 30% de incremento se sitúan el solomillo de ternera (a 36,11 euros el kilo), la carne de guisar (a 10,60) o los filetes de ternera de 1ª (15,55).

Subidas entre el 10% y el 20% registran el solomillo de cerdo (hasta 10,55 euros el kilo), las codornices, el redondo de ternera o el lomo. Los incrementos más moderados, de una sola cifra, pueden encontrarse en el tostón (1,3% más, hasta 14,69 euros) y el lechazo: 5% si es medio o entero (16,78) y 7% las chuletillas (31,23). También el cordero, 2% menos hasta 10,95 euros.

En cuanto a la disposición con la que los consumidores se preparan para el gasto navideño, un estudio elaborado por Deloitte concluye que si bien los comportamientos «se han vuelto más reflexivos y eficientes a la hora de comprar, buscando los mejores precios y planificando sus compras para encontrar los productos ideales», más de dos tercios de los españoles (67%) estima mantener o mejorar su situación financiera en el futuro y el 40% de los encuestados afirma que gastará más en sus compras navideñas de este año.

«Los consumidores aún disponen del ahorro embalsado que generaron durante la pandemia, y el 69% no muestra preocupación a la hora de afrontar pagos futuros, lo que impactará positivamente en los patrones de consumo», sostiene el documento. El informe calcula que cada hogar español se gastará estas Navidades una media de 634 euros, en línea con el gasto del 2021, que fue de 631 euros. De ser finalmente así, significará que habrán comprado y salido menos que el año pasado.