Mercadona ya tiene el proyecto arquitectónico para construir un nuevo supermercado en la parcela que ocupa el antiguo concesionario de la Seat, ubicado en la confluencia de las calles Arca Real y Padre Benito Menni, junto a la gasolinera del Paseo de Arco de Ladrillo. ... Esta tienda sustituirá a la que la empresa de distribución tiene en servicio en la primera vía. La compañía mantiene desde hace meses conversaciones con el Ayuntamiento de Valladolid para rescindir esa concesión y trasladarse a la nueva ubicación.
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Según confirmaron en la Concejalía de Movilidad y Espacio Urbano, la marca ya ha solicitado la licencia municipal para abordar la obra. El objetivo es levantar una nave de dos plantas y 3.600 metros cuadrados útiles. El pasado mes de noviembre la firma valenciana solo confirmó que tenía «interés» en abordar esta mudanza. El destino es un esquinazo muy visible y con alta densidad circulatoria al situarse en una de las márgenes de la Carretera de Madrid, lo que le garantiza mayor presencia y por tanto potenciales clientes. No había nada cerrado aún, pero las gestiones para hacerlo realidad avanzan, hasta el punto de que también se ha concluido el estudio de tráfico del entorno para analizar cómo afectará la implantación comercial a la movilidad de la zona.
Ya hay planos. El diseño de la tienda contempla una sala de ventas de unos 1.800 metros cuadrados en el ala de la calle Benito Menni y un aparcamiento con 205 plazas al otro lado, hacia Arca Real, donde se ubicará la fachada principal para el acceso. De ese total de puestos para coches, diez se reservarán para vehículos eléctricos y contarán con puntos de recarga.
El diseño del espacio destinado a la compra de los clientes es similar al que Mercadona aplica en otras tiendas, aunque en este supermercado se incluye ya la oferta de venta de platos preparados, que se completará con un espacio para poderlos degustar en el misma nave con un área para mesas y sillas.
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En el establecimiento trabajarán 36 empleados, diez en las cajas, 21 para atender las diferentes secciones, además de dos repartidores, dos trabajadores de limpieza y el gerente del comercio. La ordenación de la nave contempla dos entradas y salidas de vehículos en ambas calles mientras que las labores de carga y descarga se realizarán a través de un acceso en la calle Benito Menni.
Aunque Mercadona ya ha iniciado la tramitación en sede municipal con la solicitud de licencia, al proyecto le queda aún un proceso previo: poner fin a la concesión municipal aún en vigor que la compañía tiene con el Ayuntamiento de Valladolid en su actual sede de la calle Arca Real.
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Esa tienda fue la única que se construyó con la fórmula de colaboración público-privada para el desarrollo de dotaciones públicas que se aprobó en 2006. Fue con Francisco León de la Riva en la Alcaldía cuando se implantó, con polémica política y vecinal, este sistema, ideado por el exconcejal de Urbanismo José Antonio García de Coca, que permitió contar con el segundo centro de mayores del barrio.
Mercadona invirtió un total de 850.000 euros en su edificación a cambio de la cesión de parte de la parcela de titularidad municipal para su tienda. Bajo el espacio, se excavó también un aparcamiento para residentes de 120 plazas. El acuerdo entre ambas partes establecía un plazo de concesión de 45 años tras el cual el suelo revertirá de nuevo al Consistorio de la ciudad.
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Desde la Concejalía de Planeamiento Urbanístico y Vivienda señalan que ya se está trabajando desde el punto de vista urbanístico y legal en la resolución de ese acuerdo. No obstante, reconocen que es un asunto «complejo» que aún tardará un tiempo. Uno de los aspectos más complicados está relacionado con las plazas para coches habilitadas bajo el subsuelo de la parcela.
El proyecto de traslado al antiguo concesionario de la Seat conllevará el desmontaje del actual supermercado. Más allá de la tramitación de la operación, el Ayuntamiento no tendría inconveniente en esta mudanza, ya que le permitiría ampliar el centro de mayores que comparte terreno con el establecimiento.
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La Concejalía de Servicios Sociales elaboró un anteproyecto para hacer más grande esta dotación pública. Los técnicos plantearon construir una planta más sobre el edificio actual, cuyo coste se valoró en un millón de euros. Esta solución se descartó por su alto precio y por la complejidad técnica que conllevaría. Ahora, si el traslado se materializa se abren otras posibilidades.
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