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Valladolid
Un mercado de ropa usada y una tienda en el 29 de Octubre para coser un futuro laboral en Pajarillos«Somos unas cracks», dice convencida Nerea Morejón, 16 años, una de las veinte jóvenes de Pajarillos matriculadas en un curso de inserción laboral que ... tiene la costura como hilo conductor. Las agujas y dedales son las herramientas con las que intentan hilvanar un futuro en el que logren la «independencia plena», con su propio trabajo, con su creatividad. «Hacemos monederos, bolsos, neceseres, 'tote bags'», enumera Jennifer Jiménez(18), detrás de uno de los puestos que componen el mercado de ropa de segunda mano que este sábado se ha instalado en la calle Gaviota, en el corazón del 29 de Octubre. La actividad ha nacido en el seno de un proyecto de inserción sociolaboral con jóvenes gitanas (de 16 a 21 años)que abandonaron los estadios, que no completaron la Secundaria, y que ahora siguen un programa de costura, patronaje y diseño textil.
El proyecto tiene marca propia (Sibar-te, que significa costura en caló) y además, dispone de una tienda en la calle Gaviota, donde venden sus creaciones. «Por eso, también reciben formación en atención al cliente», asegura Javier Carranza, coordinador de proyectos de Pajarillos Educa, entidad que promueve esta acción. Luz Marina Vinagre es la profesora de costura y resalta que el objetivo no es solo mejorar las destrezas costureras de sus alumnas, sino también «reforzar la autoestima, inculcar los valores de responsabilidad y compromiso en un proyecto». La tienda (abre de lunes a viernes, en horario de mañana y tarde)es un punto de intercambio para ropa usada. Las personas interesadas pueden dejar allí las prendas que no usan y, después de valoradas, se entrega a cambio unos 'pavos', moneda simbólica que se puede canjear por otra ropa, «siempre en buen estado».
«De todos modos –dicen las jóvenes costureras– si estuviera mal, nosotras hacemos los arreglos». Además, también reciben encargos para tunear o personalizar pantalones, cazadoras... Con este mercadillo (que alcanza su tercera edición, con la voluntad de celebrarse una vez al mes), buscan dar a conocer su marca y compartir espacio de venta con otros comercios o entidades que llevan ya en Valladolid un camino recorrido en la ropa de segunda mano. La oferta va desde pantalones a blusas, pasando por americanas, trajes o camisetas.
También exponen sus creaciones, en este mercado de segunda mano, vecinas del barrio que se dedican a la costura o las manualidades. Y hay un puesto más ocupado por las alumnas del grupo Presibarte, un programa que implica a chicas de 12 a 16 años y que ofrece talleres de cosmética y hábitos saludables, dos días a la semana, junto a apoyo escolar.
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