Las noticias más leídas del viernes 7 de febrero en El Norte de Castilla
Momento de la detención de las menores y detalle de las lesiones en una mano del hombre que medió para frenar la agresión al niño. El norte
Sucesos en Valladolid

Las menores detenidas por apalear a un niño justifican que la víctima las acosaba a ellas y a su hermana

Dos testigos de la agresión en un colegio de Arturo Eyries denunciaron también a las chicas de 15 y 17 años por golpearles al mediar para frenar la paliza

J. Sanz

Valladolid

Sábado, 11 de junio 2022, 00:14

«La Justicia se verá en el juicio», asegura, a través de un escrito, una de las dos menores detenidas por la brutal agresión a un niño de 10 años ocurrida el lunes en la entrada del colegio Jorge Guillén de Arturo Eyries, quien justifica lo ocurrido en que el menor acosaba a su hermana pequeña, de 10 años, y también a ellas por las calles del barrio. Ellas niegan haber enviado mensajes de burla sobre lo ocurrido a la familia del menor -mensajes que el abogado de dicha familia aportará al juez de menores- y alegan que empezó él, el niño, cuando «dejó inconsciente» a su hermana. Este incidente, sobre el que todas las partes coinciden en que pudo ser el detonante de la agresión, ocurrió, al parecer, la semana anterior durante una clase de gimnasia al golpear con un balón a la niña, también de 10 años, el alumno que después sufrió la agresión. «Fue sin querer, una cosa de críos», han mantenido desde el principio sus familiares.

Publicidad

Las menores afirman que han recibido también amenazas a través de las redes sociales

El caso es que los testigos sitúan a las dos hermanas, de 15 y 17 años, de la niña que recibió el balonazo dentro del colegio de Arturo Eyries minutos antes de la hora de entrada al centro (8:50) en la mañana del lunes. «Debían estar escondidas, esperaron a que se fuera el padre del chico y se abalanzaron sobre él para comenzar a golpearle», relata la abuela de otro alumno, cuya marido fue el que medió posteriormente para frenar la agresión. Los dos denunciaron posteriormente a las menores por las lesiones sufridas al mediar. Ella explica que fue su marido el que las gritó para que pararan al escuchar los gritos del niño de 10 años y que posteriormente las menores se enfrentaron a ambos. «Hicieron amago de pegar a mi nieto y me dieron en el cuello y mi marido, que sufrió hematomas y arañazos, las dejó irse al final después de intentar retenerlas para que salieran los profesores mientras gritaban que eran menores y que se nos iba a caer el pelo», relata. Antes alegaron ante ellos, y lo repetirían posteriormente en el momento de su detención -no así en la Comisaría-, que «él había pegado a su hermana».

Las dos hermanas fueron detenidas posteriormente y quedaron en libertad con el visto bueno de la Fiscalía de Menores después de comparecer en la Comisaría de la Policía Nacional, donde se negaron a declarar ante los agentes. «Nos cruzamos con ellas cuando fuimos a denunciar nosotros y se rieron de nosotros y nos hicieron gestos amenazantes», defiende la testigo de los hechos.

Una de las dos detenidas, en un mensaje remitido por correo electrónico, mantienen que «él (el niño) comenzó la agresión» con su hermana pequeña y aseguran que han recibido todo tipo de amenazas a través de las redes sociales, además de confirmar que han abandonado, junto a su familia (un matrimonio y cinco hijos menores), su casa en el barrio, que tenían en propiedad y en la que apenas llevaban unos meses viviendo.

El grueso de los vecinos del barrio, que cierran filas en torno a la familia del niño de 10 años, aseguran que las dos hermanas habían protagonizado numerosos incidentes con anterioridad con otros menores y adultos de Arturo Eyries. El colegio del barrio, escenario de los hechos, continúa entre tanto su lenta vuelta a la normalidad sin apenas alumnos. «Mi nieto, que solo tiene cinco años, tiene miedo y muchos chicos también por si vuelven, así que la mayoría seguimos sin llevarles a clase», reconoce la abuela que medió en la pelea.

Publicidad

La víctima sufrió dos brechas en la cabeza, por las que recibió tres grapas y tres puntos, y múltiples hematomas en el cuerpo. Los agentes intervinieron después un palo de cortina astillado, con el que presuntamente golpearon las agresoras al niño y que, según los testigos, estaba rematado con una bola metálica.

El Juzgado de Menores deberá resolver lo ocurrido tanto por la agresión como por los posteriores (supuestos) mensajes de las redes sociales. Las dos hermanas, en principio, son investigadas por un posible delito de lesiones graves con instrumento peligroso.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad