Melé por la integración de Pajarillos

En este partido no hay banquillo. Se la juega todo el barrio, aunque en la primera línea de esta melé por la inclusión empujen con más fuerza los que trabajan con la cantera. Ellos, los más pequeños y los jóvenes de Pajarillos, son el futuro y en sus manos está el borrar estigmas heredados que no les corresponden y que no les deberían marcar. Aquí no se trata de ensayos, sino de certezas, aunque tarden en cuajar en el tiempo, porque esta es una competición a medio y largo plazo. Regenerar cuesta. La victoria en un área 'gueto' requiere de mucho esfuerzo. El campo es, en muchas ocasiones, «hostil y tóxico», como reconoce Alberto Rodríguez 'Bertoni', director del colegio Cristóbal Colón, reconocido hombre de rugby y 'alma mater' de la iniciativa. Pero este cuerpo técnico está más que preparado para fintar cualquier obstáculo y placar ataques que intenten desviarles del objetivo. Cuestión de compromiso. Del de verdad.

La estrategia de juego, planteada entre VRAC Quesos Entrepinares, el Ayuntamiento de Valladolid (a través de VIVA), la UVA y la Red Pajarillos Educa, pasa por colocar bastiones en el mismo terreno de juego. El primero ya ha tomado posición. El tongano Siosiua Moala, 8 quesero, ha cogido espacio en el número 19 de la calle Villabáñez. En el bajo de este inmueble, este poderoso deportista reside con sus tres hijos maorís y su esposa. Está «contento» en su nuevo hogar. Pronto, otros tres jugadores como él seguirán su camino. Ocuparán vivienda en el 29 de Octubre, en el corazón de un entorno azotado por las carencias y la marginalidad.

Imponentes nuevos vecinos en alquiler se convertirán en residentes a un precio asequible (entre 75 y 105 euros al mes), que ellos compensarán estimulando a la chavalería. Ese es el acuerdo. Desde dar clases de conversación en inglés hasta la transmisión de hábitos saludables, la plantilla de VRAC entrenará también, fuera del Pepe Rojo, la integración en varias vertientes. En esta tarea les acompañan alumnos de la Universidad de Valladolid, que también se han sumado al vecindario. Casa con una renta que se puede asumir a cambio de trabajo social y de ejemplo. Dice Axel Papa, ala argentino del VRAC, acostumbrado a volar con el oval bajo el brazo, que es «lindo» colaborar para que los valores de un deporte que él ama sean base para la población más menuda de una zona a la que el resto de Valladolid mira con desconfianza y recelo desde hace demasiado tiempo. «Esfuerzo, respeto, solidaridad y espíritu de equipo», enumera Papa con ese acento convincente y didáctico de su tierra natal.

Judith y Ainhoa, dos simpáticas y desenvueltas niñas gitanas, miran embelesadas al apuesto jugador. «Ese rubio lo queremos para nosotras», confiesan azoradas entre risas, mientras participan en una pachanga de rugby en la plazoleta situada frente al recién reformado edificio del Centro Social Santiago López, conocido allí como el LATE (Laboratorios de Arte y Transformación Educativa).

Hoy a los alumnos de esta clase de 5º de Primaria les han colocado unas cintas con velcro a la cintura sobre las que se pegan unas etiquetas de dos colores, uno por cada equipo. El que logre quitar mayor número de bandas al contrario gana. En el juego, participan el fiyano Kalokalo Gavidi, segunda y tercera línea, el argentino Tomi Carrió, apertura y pateador, y su compatriota Mario Barandiarán, director técnico del club. Muchas risas, quiebros, placajes... «Esta clase de educación física no la olvidarán». Salir del cole con su profesor Fran Ordax para compartir un rato con estos jóvenes castillos del Quesos es algo que se sale de lo habitual. «Los chavales agradecen este tipo de estímulos nuevos, es una forma importante para motivarles», reconoce el docente.

En este proyecto se trata de ofrecer alternativas educativas y de ocio que atraigan, con el objetivo de reducir un absentismo escolar, que en la zona este es muy superior a la media. El siempre entusiasta Bertoni tiene claro que el gancho para que los más pequeños se agarren tiene que ser atractivo, que les genere ganas de ir al colegio por la mañana y que por la tarde les saque de la calle. «Las actividades que planteamos, además del refuerzo escolar, son urbanas, con tirón entre los chavales», destaca. Es la clave. Laboratorios de deportes urbanos, como el parkour, talleres de moda o cine, aprendizaje de atracciones de circo o de magia, clases de DJ... conforman una oferta que ya cuenta con lista de espera, según confirma Rita, una de las coordinadoras de este programa transformador.

Al improvisado entrenamiento con los jugadores del VRAC se han acercado también las estudiantes de Educación Social y Integración que completan esta potente melé, este bloque que pretende sacar la mejor esencia de la diversidad social y cultural de este entorno en el que las minorías étnicas son mayoría y las necesidades de todo tipo, demasiadas. Isabel, Malena, Judith, Andrea, Cristina, Marina y María José han tenido la «suerte», según recalcan, de que sus prácticas curriculares se desarrollen en Pajarillos. «Estos niños son un amor, agradecen todo lo que les das», subraya Marina. Estas estudiantes lo mismo «dinamizan» con juegos un recreo que preparan un taller de manualidades. «Pretendemos motivar su aprendizaje, están deseando que lleguen cosas nuevas y aprenden de diferente manera, sin el encorsetamiento del sistema educativo; aprendemos nosotras de ellos», tercia María José. Si lo pasan bien tanto en clase como por las tardes con las actividades, ellos mismos se encargarán de no faltar al cole ni a esas citas vespertinas en el LATE.

Este trabajo de regeneración social desde la infancia se completa con una mejora del entorno físico. El plan municipal de reforma de los inmuebles del 29 de Octubre está cambiando la fisonomía y mejorando la calidad de vida de las familias que residen en este polígono de viviendas pequeñas, sí, pero que han ganado en habitabilidad gracias a intervenciones de aislamiento de los bloques, mejoras en el saneamiento y en el ornato exterior. Reconoce Manuel Saravia, concejal de Planificación Urbanística, que la intervención es «laboriosa» y sus beneficios se irán percibiendo a futuro. Pero merece la pena. «Implicar a la población, con la colaboración de los colegios de la zona, y la puesta en marcha de este edificio que se ha rehabilitado ayuda a conseguir el objetivo», subraya.

Mientras ofrece indicaciones a los pequeños para que aprendan a zafarse de los contrarios en este improvisado encuentro, el argentino Mario Barandiarán, director técnico del club, resume con acierto la pretensión de este movimiento. «Que Pajarillos funcione como un equipo», recalca. Para eso hay que entrenar mucho y mantener la disciplina. En esta melé no se puede aflojar ni un poco. Bertoni no deja.

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