Medio siglo de «sustos y satisfacciones» tras el burladero de la plaza de toros

«Hemos compartido cincuenta años de sustos y satisfacciones en torno a la verdad de una fiesta expresada en la bravura del toro», ha querido destacar el doctor Antonio María Mateo Gutiérrez durante el homenaje que el mundo taurino le ha rendido este sábado a las puertas de la enfermería de la plaza de toros de Valladolid, de la que fue su cirujano jefe durante medio siglo, entre 1971 y 2021, cuando el veterano cirujano vascular, hoy de 79 años, se retiró para dejar paso al doctor Luis Merino, actual responsable del servicio médico. Entre sus palabras de agradecimiento no han faltado los nombres de sus compañeros de enfermería durante tantos años, toreros, empresarios, veterinarios, operarios de la plaza, periodistas...

«Esta plaza», ha explicado en alusión a la placa descubierta en reconocimiento a su trabajo y colocada en la entrada de la enfermería, «representa todos los que trabajan en ella para garantizar la fiesta». Más de ochenta «accidentes taurinos» ha vivido durante el último medio siglo el doctor Mateo Gutiérrez, de los que el noventa por ciento fueron resueltos en la propia enfermería del coso, según ha resumido el doctor Pascual González Masegosa, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Taurina, de la que el homenajeado es vicepresidente y que hoy celebra en Valladolid el encuentro de su junta directiva.

«Es poco frecuente que estos homenajes se rindan en vida, aunque dentro de poco tendrá que poner en recuerdo...», ha explicado emocionado Antonio María Mateo Gutiérrez, quien ha defendido la continuidad de la fiesta y aventurado que sus protagonistas tendrán en adelante «la mejor asistencia posible», en alusión a la labor de su sucesor, Luis Merino, al que ha deseado «suerte» en su labor.

Antonio María Mateo Gutiérrez es natural de Barcelona, aunque vallisoletano de adopción, ciudad en la que recaló en 1957. Jefe del servicio de cirugía vascular del Clínico y vicepresidente de la Academia de Medicina, el doctor, y gran aficionado taurino, estuvo al frente de la enfermería de la plaza de toros de Valladolid entre 1971 y 2021, cuando asistió a la última corrida de las últimas ferias de la Virgen de San Lorenzo. Su compañero, Pascual González Masegosa, ha destacado de él que es un «referente» para la sociedad que dirige. Una placa a las puertas de la enfermería del coso rinde homenaje a su labor. Al acto de su descubrimiento han asistido más de medio centenar de representantes del mundo taurino vallisoletano.

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