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'Habemus' memoria anual de la Policía Municipal de Valladolid. La de 2023. Año recordado entre la ciudadanía por las dos explosiones de gas de agosto en Goya y Parquesol, con un fallecido en cada una, que obligó a grandes despliegues policiales de urgencia, ... o por el dispositivo, por ejemplo, por la Vuelta a España a su paso por Valladolid. Sucesos y eventos que se destacan entre los casi 200 folios de documentación y que sirvieron, entre otras cosas, para atesorar merecidos galardones y reconocimientos.
Un informe anual con un mar de datos desglosados con porcentajes de toda índole que sirve para conocer por ejemplo que entre el armamento de la Policía se halla un revólver o que alguien, al parecer el gracioso de turno, llamó a emergencias para hacer una broma. Todo cabe en el análisis anual.
Curiosidades aparte, la memoria incide en el incremento de un 9,23% de las infracciones de las normas de tráfico respecto a los datos del año anterior al muestreo. Así que de esta forma, en la capital se han tramitado 88.644 expedientes sancionadores por los 81.150 del 2022, lo que supone una media diaria de 246 multas. Es decir, que se interpusieron más sanciones porque se infringió más. Imperan dentro de todas ellas las de la zona ORA con 42.892 denuncias para continuar con 30.027 por radares, 15.015 (puestas por los propios agentes) y las 710 por positivos en pruebas de alcoholemia. Y si crecen los expedientes, también las alegaciones, porque durante el año pasado se han recurrido 12.136 multas (109 más respecto al 2022). Medidas todas ellas que la Policía pone en práctica para intentar reducir el número de accidentes en las vías interurbanas, porque durante el 2023 se lamentaron dos fallecidos. Números que podrían superarse este 2024 tras un inicio trágico con dos muertos en la capital.
Si relevante es la radiografía en las vías, también lo es sobre la violencia de género y doméstica en la capital. De hecho, tanto el alcalde, Jesús Julio Carnero, como la superintendente de la Policía Local, Julia González, hacen especial hincapié en sus saludos sobre los atestados efectuados por la unidad especializada del cuerpo. 155 son los que se han redactado, siendo la mujer, con 148, la víctima. El resto, hombres (violencia doméstica). Muchas de esas intervenciones policiales, superior al 50% (78), son por malos tratos físicos, mientras que 24 son quebrantamientos de condenas y 19 por amenazas graves. Además, en 98 de esos atestados existía orden de protección a favor de la víctima, mientras que en 57 carecían de ese pronunciamiento judicial.
Actuaciones de la unidad de Viogen a las que se suman 1.394 vigilancias periódicas y otras 102 en dependencias judiciales.
Esta evaluación que ha efectuado la Policía se centra también en la intervenciones por distritos. Cinco son los que hay en la capital con cinco comisarías para aglutinar el conjunto de la capital. En total, se ha intervenido en 58.680 casos, siendo las mayoritarias las del distrito III, cuya sede se encuentra en la calle Federico Landrove Moíño, al superar las 14.000. Por contra, casi la mitad se dieron en las calles del distrito IV, cuya comisaría se halla en la carretera de Rueda.
Se comenta que una vuelta al mundo consta de unos 50.000 kilómetros. Cifra alejada del total de kilómetros recorridos por la flota de vehículos de la Policía Municipal de Valladolid durante el pasado año, que en 365 han superado los 1.300.000 kilómetros entre los 211 vehículos que tienen en dependencias policiales (108 coches y 103 motos). Así que calculadora en mano, eso suponen unas 27 vueltas al mundo y seguramente unos cuantos cambios de ruedas. Los destinados en el distrito V, donde se encuentra jefatura, son los que más se han movido al superar entre sus 68 vehículos los 350.000 kilómetros.
Salidas y operaciones que se han centrado principalmente en dar protección a la ciudadanía o para llevar a cabo desplazamientos de vehículos. Asimismo, los agentes se han tenido que enfrentar, hasta en 145 ocasiones, a intentos autolíticos, repartidos por el conjunto de la ciudad.
Actuaciones de todo tipo que convierten al policía en personas para todo. A veces punto de información en plena calle o, por ejemplo, si a usted se le pierde cualquier enser. Así que la oficina de objetos hallados ha trabajado a pleno rendimiento. Resumiendo los datos, en estas dependencias, se han depositado 5.798 objetos perdidos, para entregar a sus dueños el 46% de los mismos. Entre lo que más se cae de los bolsillos o se dejan olvidados se encuentran las 2.706 carteras extraviadas (se entregaron 1.891) o las 1.360 llaves (506 volvieron a sus dueños). A eso se suma dinero, 31 relojes, joyería, 342 móviles, 140 gafas o 50 bolsos. Por cierto, en 2023 se cerró el año sin depositar en objetos perdidos dentaduras o férulas, en cambio cinco personas extraviaron sus audífonos.
Una memoria que también ahonda en los traslados a depósitos municipales de vehículos. Hasta el Camino Viejo de Simancas se llevaron 3.355, tanto coches como motocicletas, por incumplir con el reglamento. 1.714 fueron por estacionamiento indebido, seguido de los 866 a los que les faltaba documentación. Preocupa, no por sus números elevados, pero sí por su existencia, las 36 personas que fueron detectadas con sustancias estupefacientes al volante o los 227 positivos en alcohol. Sus vehículos acabaron en el depósito.
Para concluir este repaso por la extensa memoria, destacar que la Policía tuvo que hacer frente a 22.504 avisos provenientes del 112. El 31% de las mismas fueron por incidentes sanitarios, seguido de quejas por ruidos (6,06%) y accidentes viales sin heridos (3,75%). Se reflejan también las dos amenazas de bombas, que fueron falsas, en centros educativos de la capital.
No se precisa si fueron por miccionar o por defecar, pero sí el total. Fueron 775 las multas que agentes de la Policía Local interpusieron por hacer necesidades en la vía pública durante el 2023 por infracciones a la ordenanza de protección al medio ambiente. 500 de ellas, en el centro de la capital. Eso sobre los humanos, porque los agentes también han sancionado a los dueños de animales, cuyos excrementos se quedaban varados en mitad de las aceras. 16 fueron las multas, cifra que a lo mejor varía para futuras memorias con la entrada en vigor y la obligatoriedad de portar agua jabonosa para limpiar los orines.
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