Martín Luna: «Valladolid es la ciudad con la mejor plantilla de cómicos»
El humorista, que ha cumplido veinte años sobre los escenarios, será este año el emisario del rey Gaspar en la Cabalgata de Valladolid
Jaime Arroyo (Valladolid, 1977) estudió Derecho, pero cuando se sube a un escenario lo hace metido en la piel de Martín Luna (@mmartinluna), «un tipo que nació mezcla Valladolid y Cangas del Narcea en 1998 con el objetivo de hacer reír a los demás». Desde entonces, ha participado en numerosas programaciones de comedia en todo el panorama nacional, además de intervenciones en televisión y radio, donde es colaborador habitual de la SER. Y este sábado 5 de enero, será emisario del rey Gaspar en la Cabalgata.
–¿Cómo recibió la noticia de ser el emisario de Gaspar en la Cabalgata de Reyes?
–Fue en una conversación con la Concejala de Cultura y Turismo Ana Redondo. Era verano y fíjate que acabamos hablando de la Navidad y una cosa llevó a la otra…. 'Tú serías un gran Gaspar', me dijo y yo, que hubiera hecho de paje de camello de lo que hiciera falta, no lo dudé ni un segundo. Estoy muy agradecido al Ayuntamiento de Valladolid.
–Un regalo por los veinte años en los escenarios.
–¡Sin duda! Mira que han pasado cosas buenas en todo esto tiempo, pero si me tengo que quedar con algo, es cuando di el pregón en las fiestas de Viana de Cega y con esto. No hay mejor noche en todo el año.
–¿Cómo nació Martín Luna?
–Pues a diferencia de lo habitual, no era muy joven cuando nació… Llevaba varios años gestándose con actuaciones teatrales, canciones, historias, y en 1998, después de una actuación improvisada a la puerta de un bar en Cangas del Narcea (Asturias), decidió que había que hacer un espectáculo propio.
–Comenzó como cuentacuentos…
–Sí. En aquellos tiempos así se denominaba a todo aquel que contaba historias. Mezclaba cuentos, música, historias, etc…Es una figura que todavía existe y que en muchas ocasiones se asocia a lo infantil y no siempre es así.
–¿Cual es el cuento con más cuento que le han contado/colado?
–Ese que dicen que los Reyes Magos son los padres. Y ha tenido que demostrarme el Ayuntamiento de Valladolid que existen de verdad.
–Eso evolucionó hacia los monólogos antes de que los monólogos se pusieran de moda.
–En realidad todo aquel que se sube a un escenario y habla solo, está haciendo un monólogo… Cuentacuentos. monologuista, showman, cómico... ¡A mí me han llamado de todo! Lo importante es ir a ver algo que te divierta durante un rato, se llame como se llame.
–¿Cómo fueron los orígenes de este tipo de humor en Valladolid?
–Con la llegada a España del Club de la Comedia la cosa empezó a animarse. Aparecieron figuras como la de Leo Harlem, Vaquero y una gran hornada de vallisoletanos que todavía continúa.
–¿En sus espectáculos (ohhh) juega mucho con el público? Cómo es su estilo, cuáles son sus temas más recurrentes...
–La interacción con el público es fundamental. La naturalidad es clave. Contar las cosas como se las cuentas a cualquier amigo. También es bueno improvisar y jugar con las cosas que están pasando durante la actuación. Una frase que alguien dice, un gesto, un ruido… Muchas veces el monólogo se convierte en un dialogo y el público agradece ser parte del espectáculo. Los temas los marca la actualidad y el día a día. Aparte del trabajo específico de sala, ahora también trabajo mucho el espectáculo personalizado en eventos personales y de empresas, lo que te lleva a documentarte mucho y hacer actuaciones a la medida.
–¿Cuál es el público más agradecido? ¿Los niños, los encuentros de alcaldes, las empresas, las reuniones de águedas...?
–El que se lo ha pasado bien. ¡Ese es el más agradecido! Cuando he actuado para alcaldes siempre han sido políticamente correctos, en las empresas siempre agradecen salir de la rutina y en una reunión de águedas, recuerdo en mis comienzos, que causé una gran decepción porque parte de las espectadoras esperaban un 'stripper' y aparecí yo, causando una gran decepción (risas). La cosa se puso muy tensa porque había disparidad de criterio. ¡Hasta hicieron una votación a mano alzada para ver si seguía actuando! Salió que sí… pero muy muy ajustado (risas).
–¿Ha evolucionado el humor en estos años: temas, tabús, corrección política?
–Como en todo, siempre hay cambios. Cambian las formas, los temas… pero cada uno defiende su estilo. La pena es que hemos llegado a un punto de crispación en el que hay personas que se ofenden con todo. Yo pienso crear una asociación en contra de los que están en contra de todo.
–¿Hay algún tema sobre el que prefieras no hacer humor?
–Creo que el humor los únicos límites que tiene que tener son los que se marque uno mismo. Y cada uno tiene los suyos. Hay cosas que a mí no me hacen nada de gracia o me repugnan, como pueden ser la violencia de genero o determinadas tragedias, y no encuentro nada gracioso que contar al respecto. Otros lo podrán encontrar. Yo lo respeto, pero no me voy a reír.
–Y al revés... hay algún aspecto al que le guste sacarle punta
–Me gustan mucho las situaciones reales del día a día contra las que todos luchamos y estamos desamparados: hacer cola en el supermercado y tener delante a una persona mayor que para pagar ha roto el cerdito, la invasión ajena de tu parte del colchón… También me gusta el absurdo, pensar cómo sería la vida siendo un calcetín, un boli… ¿fina? ¿normal?
–¿Sabemos los vallisoletanos reirnos de nosotros mismos?
–¡Mucho! No hay más que ver la cantidad de cómicos y de nivel que tenemos. Me atrevería a decir que somos la ciudad de España con mejor plantilla de cómicos de la actualidad. Leo Harlem, Vaquero y todo el elenco de Humor de Protección Oficial, Sergio Encinas… y lejos de quedarnos estancados, cada vez salen más Jesús el Negro, Ángel Ordoñez….
–¿Da la actualidad vallisoletana para montar un espectáculo?
–Yo creo que hay veces que da para montar una telenovela… Con amores, desamores, soterramientos, bolardos asesinos, estrellas del fútbol, hoteles de cinco estrellas para hacer botellones,...
–Un genio del humor es...
–Difícil quedarse con uno. Personalmente me encantan Coronas y Javier Cansado. También admiro mucho el ingenio y la rapidez mental de Vaquero. Aparte de que es un tipo fantástico.
–Ha comprobado que en sus espectáculo no falla...
–Regalar comida (risas). No, perdón, eso es en otros eventos que organizo… No falla reírse de uno mismo y con las cosas que nos pasan a todos.
–¿Qué regalaría Gaspar a los vallisoletanos en la noche de Reyes?
–Un libro, un juguete, una entrada para ir a un espectáculo este año y mucha salud para disfrutarlo todo.
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