María Sánchez será candidata de Toma la Palabra en Valladolid tras la 'jubilación' de Saravia

Con la decisión que han anunciado este sábado, Saravia se baja del tren de los cargos públicos. Nacido en 1953, es doctor en Arquitectura, experto en urbanismo, y concejal desde 2011. Sánchez y Bustos aspiran a dar continuidad a la experiencia de ocho años de gestión municipal en una lista a la que se sumará Podemos, que en 2019 no logró mantener ninguno de los concejales que sacó en 2015, y la Alianza Verde.

«No me presentaré como candidato. María Sánchez y Alberto Bustos sí concurrirán a las primarias», expresó Manuel Saravia. La decisión de este último es «fácil de entender», confesó él mismo: «Estoy en edad de jubilación y lo propio es cumplirla». Eso permitirá, apuntó el teniente de alcalde de Valladolid, compatibilizar la «continuidad» y la «renovación». Para que los actuales concejales puedan volver a presentarse, la Asamblea de IU apoyó con un 90% de los votos dejar sin efecto el requisito de la limitación de mandatos.

María Sánchez Esteban, licenciada en Derecho y máster en políticas de igualdad, es concejala delegada de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y portavoz del grupo Valladolid Toma la Palabra en el Ayuntamiento de Valladolid y Alberto Bustos es actualmente concejal de Participación Ciudadana y Deportes.

Detrás de ese movimiento de alargar la trayectoria política de los ediles está la gestión que el trío de concejales ha desarrollado en el Ayuntamiento, con el impulso a la remunicipalización de servicios como el del agua, los cementerios o el aparcamiento de la Plaza Mayor. «Parecía algo imposible, pero se ha hecho poniendo por delante el interés público», ha defendido María Sánchez, que ha confesado, en un acto en el que los tres concejales se han visto arropados por un nutrido grupo de compañeros de partido, la «enorme responsabilidad» que supone coger el testigo de Saravia y su forma «ejemplar» de hacer política, con «fidelidad a los principios», pero «sin dogmatismos». Alberto Bustos echó mano un disco de Los Rodríguez para dibujar el perfil del compañero saliente: «Honestidad brutal por encima de todo es lo que define a Manolo».

María Sánchez defendió la impronta de Valladolid Toma la Palabra en la construcción del «nuevo modelo de ciudad», en la «inversión en Acción Social» y también en una nueva forma de gobernar en la que han dirimido las discrepancias con el PSOE, «poniendo el interés de los ciudadanos por delante de las disputas entre partidos».

Valladolid Toma la Palabra aspira a recoger en las próximas elecciones los frutos de la gestión de los últimos años en forma de votos de electores que tradicionalmente se inclinan por opciones de izquierda, pero también de ciudadanos que se identifican con otras opciones. «Pensamos que hay mucha gente en la ciudad, que incluso nunca nos ha votado o nunca ha pensado en votarnos, y tiene una valoración positiva de lo que Toma la Palabra está suponiendo en esta ciudad», manifestó Alberto Bustos. Buscarán una especie de efecto Guarido, que hace que el electorado de Zamora haya votado en 2015 y 2019 a un alcalde de IU, Francisco Guarido, que gobierna ese Ayuntamiento con mayoría absoluta. De hecho, el acuerdo de confluencia adoptado en Castilla y León entre Izquierda Unida y Podemos excluye a Zamora, donde IU seguirá presentándose a las elecciones en solitario, y mantiene la marca de Valladolid Toma la Palabra en la capital del Pisuerga.

María Sánchez avanzó que aspiran a ampliar el número de concejales. Por delante del PSOE. «Esto empieza empate a cero y no hay ningún voto que tenga un dueño. Tenemos la impresión de que estamos superando el espectro de lo que es la izquierda tradicional y que hay mucha, mucha gente en la ciudad que especialmente porque se trata de elecciones municipales está valorando mucho el trabajo que ha hecho Valladolid Toma la Palabra», remarcó Bustos para explicar que esperan concretar unas «aspiraciones máximas» la noche electoral.

Los tres concejales eligieron la cafetería de Teatro Zorrilla, frente a la Casa Consistorial, para hacer pública una decisión que ya conocía su socio en el gobierno municipal. Saravia dijo que Óscar Puente se lo había «tomado bien». Desde el «respeto», apostilló el dirigente que enfila la pista de salida.