La marcha de la familia de las agresoras de un niño apacigua los ánimos en Arturo Eyries

La familia, en este sentido, ya hizo las maletas el mismo lunes por la tarde, cuando las dos detenidas, dos hermanas de 17 y 15 años, quedaron en libertad (en calidad de investigadas por un posible delito de lesiones) con el visto bueno de la Fiscalía de Menores. «Salieron con un montón de bolsas del piso y no han vuelto a venir», confirman los vecinos del bloque en el que vivía hasta ahora la familia de las arrestadas, formada por un matrimonio y cinco hijos, dos de ellos alumnos del Jorge Guillén. De allí tuvieron que salir escoltadas las menores por decenas de agentes ante los abucheos de numerosos vecinos del barrio.

La brutal agresión al menor, que ahora se recupera en su casa de las lesiones sufridas (recibió varias grapas por dos brechas en la cabeza) -«le duele un poco la cabeza todavía, pero está bien, dentro de lo que cabe», apuntan sus allegados-, ha tenido como víctimas secundarias al grueso del alumnado del colegio público del barrio, escenario de los hechos, al que solo han acudido este martes tres de sus 83 estudiantes (niños de entre 3 y 11 años). Una de las tres familias que sí los llevaron mostró a las puertas del centro, a la hora de salida, su «confianza absoluta en los profesores y en la seguridad» del mismo. «Hemos tenido policías en la entrada y en la salida y ahora nadie puede pasar de la verja para que los niños entren directamente con los profesores», relató la madre antes de incidir en que «nunca habíamos tenido ningún problema en el colegio».

Pero lo cierto es que la mayoría de padres decidieron no llevar hoy por la mañana a sus hijos. Algunos ya les sacaron el mismo lunes por la mañana. «Pedimos que haya seguridad y hasta que no sepamos que esta familia se ha ido no vamos a arriesgarnos», apuntaron otros padres del alumnos del centro. A él tampoco acudieron hoy los dos hermanos en edad escolar de las menores detenidas. Ellas, al parecer, golpearon al niño con un palo astillado (eso hizo que las lesiones fueran más graves al causarle dos brechas en la cabeza) en la cabeza para vengar que unos días antes hubiera golpeado con un balón a su hermana, de 10 años, como la víctima, durante la clase de gimnasia.

«Estas dos chicas, sobre todo, han tenido un montón de peleas y enfrentamientos desde que se mudaron aquí y no vamos a consentir que estropeen la convivencia de un barrio tranquilo en el que nunca habíamos tenido estos problemas», apuntan Israel y José mientras muestran las decenas de firmas recogidas por los residentes de Arturo Eyries contra la familia de las agresoras.

La Policía Municipal ha mantenido hoy, y así lo hará en los días venideros, un dispositivo preventivo de vigilancia en las salidas y entradas del colegio de la avenida de Argentina. «Cuando esto se calme y sepamos seguro que está familia ya no está, nuestros hijos volverán a clase», anticipan un grupo de padres de alumnos. La consejera de Educación, Rocío Lucas, ha apuntado hoy que no ven necesaria una intervención como tal en el centro toda vez que las presuntas autoras de la agresión no son alumnas del mismo y ha aclarado que esperarán el resultado de la investigación policial para decidir si deben o no intervenir.

La calma, no obstante, ha vuelto a un barrio en el que no se han vuelto a registrar incidentes desde el ocurrido en la entrada del centro público al filo de las nueve de la mañana del lunes.