Mañana cargada de solidaridad en la Cúpula del Milenio, punto de partida de la 47 Marcha Asprona. La caminata anual organizada por la fundación, dedicada a sensibilizar e impulsar la integración social de las personas con discapacidad, se ha convertido en seña de identidad de ... la ciudad del Pisuerga y una cita obligada marcada en el calendario de muchos andarines habituales de esta actividad. El objetivo, caminar 20 kilómetros para recaudar fondos destinados a la Fundación Personas con los que financiar proyectos encaminados a la inclusión de las personas con discapacidad intelectual.
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Una de esas habituales es Dulce de la Rosa, de 69 años, madre de un joven con discapacidad intelectual. No se ha perdido una sola de las caminatas desde que comenzó a andar el arduo recorrido durante la segunda edición, allá por el año 78. «Me acuerdo que coincidí con toda la familia de Miguel Delibes. Íbamos a Palencia y en el kilómetro 35 mis pies dijeron que no podían más». En aquella ocasión tuvo que abandonar, pero si han podido en las sucesivas ediciones. El ambiente «familiar y de compañerismo», sumado a la importante reivindicación implícita en esta actividad, han sido el empuje necesario.
Elena Mellado
Hermana de una persona con discapacidad
«Lo más importante de todo esto es recordarle a Valladolid que estamos aquí y las cosas que estamos haciendo visibles, por nuestros hermanos», asiente Elena Mellado, de 57, quien también vive en su núcleo familiar las dificultades que tienen que hacer frente las personas con discapacidad intelectual para conseguir la plena inclusión social. Mellado, para quien tampoco esta es su primera edición, en esta ocasión acude a la marcha de 20 kilómetros que llegará hasta Renedo de Esgueva, porque aún «queda mucho camino por andar para que todas las necesidades de ellos estén cubiertas».
Para cubrir esas necesidades cada andarín reune una serie de patrocinadores entre las personas de su entorno, dispuestos a financiar los kilómetros recorridos por los caminantes. Los fondos recaudados en esta ocasión irán destinados al mantenimiento y acondicionamiento de los centros de día que la Fundación Personas tiene en Valladolid, un servicio esencial para las personas con discapacidad y para sus familias.
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Cuantos más kilómetros, más donativo, así que lo mejor es ir bien equipados para conseguir llegar en buenas condiciones hasta el Valle de los Seis Sentidos, donde los caminantes podrán reponer fuerzas antes de enfilar el camino de vuelta hasta el Campus Esgueva. Los más veteranos, que han enfrentado marchas de mayor dureza, saben bien lo necesario de ir equipados con agua suficiente, algún snack y crema de protección solar para no caer en la trampa de los días nublados.
Entre ellos están Ricardo Juaro y África López, de 71 y 69 años, que llevan «siete años colaborando con la causa» y están sobradamente preparados para ello. «Todos los días nos hacemos 15 kilómetros», presume la mujer. En su caso pocas dudas caben de que llegaran hasta la meta, a pesar de que la aportación económica que harán no dependa de ello: «No queremos comprometer a nadie. Ponemos una cifra que creemos justa con arreglo a nuestras posibilidades y se lo mandamos».
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Otro de los presentes es Álvaro de la Fuente, de 32 años, acompañado por su pareja, Elena Ruiz, de 30, a quien ha convencido para que se reenganche al evento al que fue asidua con anterioridad. «Es un día para poder mejorar la calidad de vida de estas personas y sus familias», apunta el joven, que ha conseguido recaudar 70 euros para la Fundación Personas: «siempre hacen proyectos en los que se puede confiar que ese dinero va a ser útil». Entre los dos el montante de la donación ascenderá a los 130 euros.
Y entre los 4.000 participantes también ha habido quien se ha estrenado durante esta cuadragésimo séptima edición. Es el Caso de Ana Pérez, pamplonica, recién llegada a la ciudad pucelana por amor. engatusada por Daniel Fernández, vallisoletano. «Este año ha tocado andar, pero aquí en Valladolid», explica este aficionado al senderismo, que de retorno a su tierra tras 10 años en Pamplona, retoma el hábito de acudir a la Marcha Asprona acompañado por Ana, que vive la experiencia con ganas: «Cuando vimos la campaña nos gustó mucho la idea, es súper importante visiblizar y compartir el día de hoy, un día de comunidad y de salir todos juntos».
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