El exmatador de toros vallisoletano Manolo Sánchez ha saltado a la actualidad del planeta taurino en las últimas fechas por un doble motivo: su desvinculación del torero pucelano Mario Navas y su acuerdo para apoderar al salmantino Damián Castaño. «Con Mario, un chaval con muy ... buenas maneras y calidad, he estado tres temporadas, ayudando y echando una mano que creo que ha sido muy productiva, pues ahí están todas las novilladas que le conseguí, unas treinta, y entiendo que dada la situación lo más adecuado era finalizar. Mientras que en el caso de Damián es ya un matador experimentado, que tiene muy buen ambiente en Madrid y que está en un momento de gran madurez», explica el rubicundo apoderado en relación a los diestros con los que le vincula la actualidad.
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Las esperanzas de Manolo Sánchez respecto de la proyección de Damián Castaño le hacen afrontar esta nueva etapa, como apoderado independiente, no vinculado a ninguna de las grandes casas empresariales del toreo, «con mucha responsabilidad y con entusiasmo, porque Damián tiene un circuito muy propicio para él, aunque no tiene por qué ser solo ese, pero el de las corridas duras, exigentes, de plazas como Madrid y como Bilbao, que es un lugar en el que las últimas temporadas ha estado muy bien con la de Dolores Aguirre, va a ser un espacio en el que puede dar mucho de sí, porque tiene la decisión de triunfar, de reivindicarse y está en un momento de mucha claridad», expone el vallisoletano, que ha alcanzado el acuerdo de apoderamiento «de modo no escrito, con buena fe entre los dos y sin fecha límite», concluye.
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