La lucha de Noa para seguir estudiando en su colegio de Parquesol

«La digo que vamos a un colegio más grande. Pero me dice que quiere estar con sus compañeros. Que 'no mamá porfa'. Ella está integrada y muy a gusto en clase», relata Laura Jódar, madre de la pequeña. Hace unos días, recibieron en casa la notificación de la Dirección Provincial. El año que viene, Noa deberá estudiar en otro colegio. «Nos hemos negado a firmar la aceptación. Está en una clase donde sus compañeros la quieren», asegura. Noa padece Síndrome 5P- y tiene una discapacidad reconocida derivada del mismo. Una de las dificultades que experimenta radica en la habilidad de comunicarse. «Noa habla. Te entiende y habla frases de cinco palabras. Estamos seguros de que lo puede hacer por el ambiente en casa, pero también gracias al que tiene en clase», asegura su madre.

Para rechazar el traslado de la pequeña, su madre se apoya también en los informes del neurólogo, que especifica para Noa un probable futuro de discapacidad intelectual leve-moderado, que hace que la niña esté dentro del 82,4% de alumnos con necesidades educativas de España que pueden estar en colegios ordinarios. «Todavía tiene mucho recorrido para que esté en un centro de educación especial, sabemos que en algún momento la tendremos que trasladar. Pero son tiempos que debe marcar ella misma. No queremos que nos lo impongan», asevera Jódar.

La madre también reclama los recursos que su hija necesita. «Una hora diaria de apoyo de profesional de audición y lenguaje (AL) y otra de pedagogía terapéutica (PT)», apunta. Ahora, recibe una semanal de AL y una hora y media de PT. «Es muy poco. Quieren que vayamos a buscar los recursos a otro centro en vez de hacerlos llegar», incide la madre, quien recalca que otros niños necesitados están en colegios ordinarios. «Hay una ley que dice que para 2030 todos los niños deberán estar en los colegios ordinarios. No entendemos por qué Noa no puede», explica la madre.

Junto con esto, la salida de Noa del Tierno Galván también supondría problemas en la familia, pues tienen otro hijo de ocho años que va al mismo colegio. «Ya tendríamos que ver cómo nos las ingeniamos para poder llevarles y recogerles de clase, porque yo no conduzco y mi marido trabaja por las tardes», relata Jódar. Por el momento, la familia permanece a la espera de una respuesta de la Dirección Provincial para resolver la situación.

En el propio texto publicado junto con la recogida de firmas se especifica que la presencia de Noa en el aula del Tierno Galván es importante y «beneficioso» para que los alumnos fomenten la empatía, el desarrollo de habilidades de liderazgo compasivo y adaptativo o el incremento de la tolerancia. «Nuestros niños crecerán en una sociedad diversa con personas con TEA, TDAH, discapacidad intelectual, dislexia, trastornos del lenguaje, auditivos, de conducta, altas capacidades y un largo etc. La inclusión es necesaria y la Ley lo ampara», se concreta en el texto.

Desde el Ampa del centro explican que se ha hablado con las asociaciones de otros colegios de Parquesol para que se unieran a la causa. «La idea es que a cuanta más gente mejor. Nosotros queremos impulsar la causa, hablando con Laura y viendo cómo difundir el mensaje. Estamos muy implicados con Noa», aseguran. Para ayudar a Noa se ha lanzado una campaña en change.org que ya supera las mil firmas. Padres y madres de diferentes centros educativos de Parquesol se han unido para pedir que la niña siga estudiando en sus aulas bajo el lema «¡Nos unimos por Noa!». El siguiente paso será la impresión de carteles que colgarán por Parquesol y con un código QR que redirecciona directamente a la recogida de firmas, que comenzó este domingo.