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Estacionamiento incívico en el aparcamiento de Portugalete, el más estrecho de la ciudad.

Lucha contra el #jetaparking

Los aparcamientos incívicos son una lacra extendida que, sin embargo, puede conllevar multa cuando se produzcan en parkings privados, públicos o centros comerciales

Antonio G. Encinas

Valladolid

Lunes, 16 de abril 2018, 08:07

Cada martes y cada jueves, al menos, el BMW blanco aparecía estacionado en diagonal en las mismas plazas –sí, en dos a la vez– de un céntrico aparcamiento de Valladolid. A la misma hora. El parking, en esos momentos, no estaba lleno, aunque poco después ... comenzaba a notarse la afluencia de gente al centro de la ciudad. ¿La consecuencia para el infractor? Pues aparentemente ninguna, ya que la conducta se repetía una y otra vez. No era un caso aislado, de cualquier forma. El estacionamiento en aparcamientos públicos de pago o en los de centros comerciales cuenta con una legión de conductores poco cívicos que dejan el coche 'a la remanguillé', ocupando dos o más plazas, como demuestran algunas de las fotos que acompañan a este reportaje, enviadas por lectores o capturadas por redactores de El Norte.

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La duda que se presenta es: ¿no pasa nada? ¿Nadie multa a estos conductores irrespetuosos? Pues podría hacerlo si alguien denuncia, porque la Ley de Tráfico obliga a todos y en todo lugar. «Los preceptos de esta ley son aplicables en todo el territorio nacional y obligan a los titulares y usuarios de las vías y terrenos públicos aptos para la circulación, tanto urbanos como interurbanos, a los de las vías y terrenos que, sin tener tal aptitud, sean de uso común y, en defecto de otras normas, a los titulares de las vías y terrenos privados que sean utilizados por una colectividad indeterminada de usuarios», dice el artículo 2.

Los casos son tan abundantes como, en algunos casos, escandalosos. En la final provincial de losJuegos Escolares de gimnasia rítmica de 2017, en el polideportivo de Cigales, los aledaños se llenaron de coches, como es habitual en esas citas. Uno de los asistentes aparcó en el lugar reservado a personas con discapacidad. La organización avisó por megafonía.«Retiren el vehículo matrícula...». Ni caso. Al poco rato, segundo aviso. Y tercero. Y la voz de la megafonía que empieza a sonar enfadada. Y a la cuarta, ultimátum:o se retira el coche o se detiene la competición, en la que participan casi mil niñas de toda la provincia. Solo en ese momento el dueño del coche sale y lo retira ante la mirada reprobatoria de quienes se encuentran fuera.

Al cuarto aviso de la megafonía, y ante la amenaza de suspender la competición, este conductor al fin retiró su coche de la plaza de personas con discapacidad ante el polideportivo de Cigales. A. G. E.

Policía y Guardia Civil avisan

La Guardia Civil y la Policía Local de Valladolid han hecho uso de sus cuentas de Twitter para avisar a estos conductores egoístas. La Policía se encontró con que un coche estacionado no podía salir. Se le habían pegado tanto el vehículo de delante como el de detrás, sin dejarle ni siquiera un par de centímetros para maniobrar. Ante las dudas de los usuarios, la Policía respondió en su perfil. «Podemos desplazar los vehículos lateralmente colocando carros en las ruedas y sacar al que se ha quedado encajonado en medio», explicaban. ¿Y lo de la sanción? Pues solo si se puede demostrar quién aparcó el último. Y ahí, por ejemplo, los recibos de la ORA podrían ser una prueba llegado el caso.

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La Guardia Civil también ha lanzado advertencias contra estos usurpadores del estacionamiento. En agosto del año pasado publicó en su perfil la imagen de un Smart que ocupaba dos plazas de aparcamiento. «Aparcar tu coche al estilo #SoySieteVecesMasChuloQueTú no te hará más cool, solo más odiado. Hazlo bien, ganamos todos», decía su cuenta.

Por desgracia, parece que esta tendencia a apropiarse de más espacio del debido está en auge. Así, hace apenas unos días, con Río Shopping bastante lleno pero con sitios libres a apenas veinte metros del lugar de la infracción, dos todoterrenos blancos decidieron que era más sencillo dejar el coche sobre la escasa acera que permite a los peatones-clientes sobrevivir en la jungla comercial.

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Sobre la acera en Río Shopping. Y sí, había sitio en una zona cercana cuando aparcó. A. G. E.

Los coches estacionados en plazas de motos o de personas con discapacidad son un clásico que en su día mereció una respuesta contundente por parte del Ayuntamiento de Valladolid, que colocó unas placas con esta leyenda: «Si te quedas mi sitio, quédate también con mi discapacidad».

En el CDO Covaresa, los responsables del centro han ido un poco más lejos, hartos de una situación que se repetía en demasiadas ocasiones. Han colocado un aviso que reza así: «Ante las continuas quejas sobre el mal uso de las plazas de aparcamiento reservadas para discapacitados, a partir del 1 de abril se dará aviso a la Policía Municipal cuando se detecten vehículos estacionados en estas plazas».

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Súmate a la protesta

Comenzó como una protesta individual un día en el que el aparcamiento de Carrefour Parquesol parecía albergar una competición por ver quién dejaba el coche peor. «El #jetaparking es un deporte en auge en Valladolid. Estos tres estaban colocaditos en apenas quince metros. Ejemplos de civismo, ¿eh?», fue el mensaje, que enseguida originó alguna respuesta con imagen añadida y que posteriormente se ha extendido hasta convertirse en una tendencia, la de cazar ejemplos que sirvan para dar ejemplo de lo que no se debería hacer. La periodista Rebeca Pasalodos preguntó a la Policía Municipal a través de Twitter qué se puede hacer cuando se observa que alguien aparca ocupando dos plazas de personas con discapacidad. «Por favor, cuando lo observe llame al 092 y díganos el lugar de los hechos», fue la respuesta. Porque denunciar es lo único que se puede hacer cuando se observan actitudes de este tipo. Dialogar funciona peor, como pudo comprobar José Colodrón, 'community manager' y periodista. «He encontrado un nuevo #jetaparking al que después de decirle lo que ha hecho, contesta: 'hay muchos vacíos...'». Puedes sumarte a la protesta utilizando en tus tuits la etiqueta #jetaparking

El reglamento de circulación del Ayuntamiento de Valladolid refleja casi punto por punto la normativa de la ley de tráfico, pero incluso va un poco más allá cuando se refiere al estacionamiento. En primer lugar especifica que «los conductores deberán dejar un espacio inferior a veinte centímetros entre el bordillo de la acera y la superficie exterior de las ruedas del vehículo». Y poco después añade que «el estacionamiento se efectuará de forma tal que permita a los demás usuarios la mejor utilización del restante espacio disponible».

Algo que, desde luego, no ocurre con todos esos conductores que llegan al aparcamiento de Carrefour y sueltan el coche atravesado entre dos plazas, por ejemplo. O con quienes se pegan tanto al coche de al lado que impiden que pueda utilizar sus puertas, incluso en aparcamientos tan grandes como el de la Plaza de España.

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Así es seguro que nadie le roza el coche. A. G. E.
Un 'uno en cuatro' en Ponferrada. Rober Ugarte

En otras ocasiones, el hecho de estacionar mal lleva añadido un punto de inconsciencia peligroso. Es el caso de quienes aparcan a las puertas de un establecimiento dedicado a celebrar cumpleaños infantiles. En este caso, la salida más directa a la calle en caso de emergencia se encuentra taponada por un vehículo.

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Aunque quizá el campeón por antonomasia de esta oda al egoísmo circulatorio sea el conductor de un Citroen Xsara captado por el periodista Héctor Barbotta en Marbella, empatado con otro conductor captado por la periodista vallisoletana Rebeca Pasalodos. Ambos individuos fueron capaces de ocupar indebidamente dos plazas reservadas a personas con discapacidad con una sola maniobra. Medalla de oro en #jetaparking.

Dos plazas de personas con discapacidad, anuladas por un solo coche. Rebeca Pasalodos
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