La lucha contra el cáncer en Valladolid es de Medalla de Oro

Luisa Lobete, gerente de la AECC vallisoletana, reconoce el plus de responsabilidad que implica recibir el galardón para «seguir trabajando con excelencia» y traslada que la Medalla de Oro que recibirán la tarde de este jueves, en el Teatro Calderón, refuerza el día a día de una asociación que siente en su quehacer cotidiano el apoyo social. «Lamentablemente el cáncer nos afecta a todos, a nivel personal, familiar, laboral, de amigos. Todos lo tenemos, lo hemos tenido o lo tendremos en nuestro entorno», argumenta la responsable de la AECC para contextualizar esa atención y ese cariño que notan en una sociedad en la que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres serán diagnosticadas de cáncer a lo largo de su vida.

Hay una forma de valorar la fuerza de la AECC en Valladolid, con las cifras sobre lo que implica el trabajo de la asociación en la provincia. A esos 50.000 andarines que tiñen de verde las calles de la ciudad en la marcha anual, se suman todo el año 15.000 socios y un millar de voluntarios que prestan apoyo a enfermos y familiares desde 87 delegaciones locales, con 27 profesionales trabajando en la sede provincial en una red que llega cada año a 2.500 pacientes de forma gratuita, a los que se ofrecen un sostén que empieza con el diagnóstico, que sigue a lo largo del recorrido del tratamiento y que llega, si es necesario por el fallecimiento del enfermo, al acompañamiento en el duelo de sus allegados.

3.534 vallisoletanos que traspasaron el umbral de una consulta médica salieron de ella con un diagnóstico de cáncer en 2023. A ellos, principalmente, va orientada la actividad de la AECC, pero también a quienes están en riesgo de coger el testigo en los próximos año. Luisa Lobete incide que la necesidad de redoblar esfuerzos en la prevención, con el impulso y la difusión de las campañas de detección precoz de tumores como el de mama o del cérvix, pero con especial empeño en este momento en el cribado para la detección del cáncer colorrectal, «el de mayor impacto cuando hablamos de los dos sexos».

En la actualidad, casi uno de cada dos personas que reciben el aviso para hacerse el análisis de heces que detecta posibles sangrados que alertan de un posible cáncer en estadio incipiente declina llevar la muestra a su centro de salud. Ese mínimo gesto, nada invasivo ni doloroso, puede salvarle la vida y ahorrarle cirugías y tratamientos muy contundentes.

Lobete avanza líneas de trabajo con las administraciones para la puesta en marcha de nuevos programas de detección temprana de tumores de pulmón.

La gerente de la AECC de Valladolid insiste en reforzar las campañas del diagnóstico precoz. En víspera de que el presidente de la asociación de Valladolid, el riosecano Artemio Domínguez, recoja la Medalla de Oro del Ayuntamiento capitalino en nombre de la agrupación, Luisa Lobete concreta uno de los objetivos con fecha en el calendario. Lograr en 2030 la primera generación de chavales que han crecido si el humo del tabaco en espacios públicos.

«Apostamos por las terrazas como espacios sin humo», apunta la dirigente de la AECC, pese a las resistencia de algunos ámbitos de la sociedad y al peso de las empresas tabaqueras. «Es muy peligroso que los niños vean el tabaco como algo socialmente aceptado y cojan el hábito de fumar por el contacto a edades tempranas con este tabaco o con los vapeadores», argumenta Lobete.

Junto a ese objetivo de la generación libre de humo está el del impulso a la investigación «de calidad», que es un desafío de evaluación continua para la asociación en la recaudación de fondos, «gracias a las cuotas, los eventos, las aportaciones de colaboradores y herencias y legados». En este momento desde Valladolid se han incorporado 600.000 euros para financiar proyectos de investigación en la lucha contra el cáncer.