Valladolid

Llega la 'cromomanía' a los recreos de Jesuitinas

El álbum y los cromos los ha elaborado la empresa italiana Akinda. En la primera remesa se hicieron 1.400 unidades que se agotaron en apenas una semana. La segunda remesa se recibió el viernes pasado, para alegría de los niños, padres y abuelos, quienes también están ilusionadísimos con esta idea. «Está todo el mundo expectante. Nuestro objetivo con esta iniciativa era expandir la marca del colegio y animar a que muchos más niños participen en el club deportivo. Queríamos hacer familia», asegura Pablo Ortega, uno de los responsables del club deportivo, junto con Miguel Rodríguez.

El álbum incluye diferentes secciones: los cromos de los diferentes equipos y de las seis disciplinas deportivas (vóley, gimnasia rítmica, baloncesto, fútbol sala, baile moderno, judo y multideporte), un apartado de cromos especiales con los escudos del centro, el cromo del director, de la fundadora del colegio, la madre Cándida y de las instalaciones deportivas y también una sección de autógrafos de los propios niños, lo que les hace sentirse como verdaderas estrellas del deporte. «¿Me firmas el álbum?», le pide Mateo Salas al amigo con el que está intercambiando, a lo que éste le responde encantado con una rúbrica de recuerdo para la posteridad.

El álbum es gratis para los niños del club. El precio del sobre de 5 cromos varía en función de la cantidad que se compre. Así, un sobre cuesta un euro, dos sobres, 1,80 euros y 3 sobres, 2,5 euros. «Los vendemos en el polideportivo y el viernes se ha estipulado como día de intercambio de cromos. Es una pasada lo concentrados que están todos y lo bien que se lo pasan. Es una excelente manera de conocerse», prosigue Ortega.

«Te cambio al hermano de María por mi compañero de pupitre», dice un niño en el patio. «Te doy a Eric S. por Pablo de 1º de ESO», dice otro. «Yo estoy haciendo dos colecciones actualmente. La de los cromos de la Liga y la del colegio y me gusta mucho más ésta porque conozco a más gente. Ahora mismo me faltan 85 para acabarla», señala Beltrán Gómez. Su amigo Javier Sanz la lleva mucho mejor. Tan sólo le falta un cromo. «Y sólo necesito el de la Madre Cándida, la fundadora del colegio. Yo creo que es el más difícil de todos. Gracias a mi abuela tengo tantísimos cromos. Ella es la que me da la propina para comprar los sobres», dice este niño de 3º de primaria. «Fue muy emocionante cuando vi mi propio cromo. Lo tengo repetido, pero ese no lo voy a cambiar, lo guardaré de recuerdo», añade.

David García, del mismo curso, está impaciente. A él todavía no le ha salido el suyo. Se lo ha visto a otros compañeros pero no ha tenido oportunidad de cambiárselo a ninguno. «Tengo unos 60 cromos y estoy deseando que me salga el mío para enseñarlo en casa. Me encanta esta colección», afirma.

Elena de Agustín participa en el equipo de baile moderno y comparte el álbum y los cromos con su hermana Claudia que hace baloncesto. «A nosotras ya nos han salido nuestros propios cromos y están muy bien», afirma. Su amiga Cinthia Fernández es toda una coleccionista. Está haciendo a la vez el álbum de Pokémon. «En ese álbum, el cromo más difícil es el de Pikachu, aunque a mí ya me ha salido dos veces. En los nuestros el que más cuesta conseguir es el de la Madre Cándida», dice convencida.

Para el claustro de profesores ha sido una gran sorpresa la excelente acogida que han tenido los cromos. «Han generado un ambiente estupendo en torno al club. Queríamos promover el deporte y lo hemos conseguido de una manera original y muy divertida», apunta Abraham López, director de este colegio, quien está encantado de tener también su propio cromo en esta colección única y especial.