El autobús de Auvasa que fue a morir a La Habana

El modelo en cuestión, según destaca la Asociación Castellana de Amigos del Autobús (ACABUS), es un Pegaso 6038, un modelo que fabricó la popular fábrica de Enasa (Empresa Nacional de Autocamiones) -Pegaso era su nombre comercial- entre 1980 y 1986. Este tipo de vehículos formaron en aquella época el grueso de la flota de vehículos de la empresa municipal de transportes de la capital vallisoletana (Auvasa), que en 1982 renovó 25 de estos vehículos, con capacidad para 22 personas sentadas y 40 de pie.

Sus laterales eran rojos y con ese color realizaron miles de kilómetros por las calles de la ciudad hasta en los años noventa comenzaron a ser retirados de manera progresiva hasta que a mediados de esa década se sustituyó el rojo por el azul en toda la flota de Auvasa. Muchos de aquellos ya por entonces veteranos buses rojos fueron vendidos y acabaron prestando servicio por las calles de La Habana. Eso ocurrió hace treinta años. Y aún continúan en uso allí.

En las redes sociales circulan imágenes por decenas de los antiguos autobuses rojos de Auvasa, algunos aún con el logo de la empresa en un lateral, avistados por turistas vallisoletanos por las calles de La Habana. Las llamas devoraron uno de ellos pasadas las cuatro de la tarde del viernes en el denominado 'Intermitente de Alamar', cerca de la Vía Blanca (una autovía que circunvala la capital cubana), según recogen distintivos medios digitales cubanos, que apuntan a que el vehículo en cuestión se utilizaba para el transporte de trabajadores.

Fueron muchos los testigos del incendio, que colgaron imágenes y vídeos a través de las redes sociales, y algunos medios locales recogen que algunos de los presentes, además de criticar la tardanza de los Bomberos a sofocar las llamas, apuntan a que el incendio «podría estar asociado a problemas con los combustibles que se están usando en Cuba o a la maquinaria envejecida del autobús». Esto último resulta evidente si se tiene en cuenta que el Pegaso 6038 dejó de fabricarse en 1986 y en el caso de los vehículos de Auvasa fueron retirados de las calles de Valladolid en los años noventa. De eso hace treinta años.