Una línea de ayudas de 145.000 euros potenciará el regreso de investigadores a Valladolid

El talento debía regresar a casa. Tras sopesar diferentes fórmulas y proyectos y «consensuarlo» no solo con los propios jóvenes, sino también con la Universidad de Valladolid (Uva), Junta de Castilla y León, Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) o sindicatos, entre otros, decidieron poner en marcha un Plan de Retorno del Talento, un programa «pionero» a nivel nacional que respaldaría, con recursos públicos, la vuelta de jóvenes con formación académica. «Somos la administración pública que más apoya y más cuantía económica destina para volver; nuestro único objetivo era y es dar más facilidades para aquellos que quieran regresar a la ciudad», afirma el edil.

La acogida fue «bastante buena». En 2017, el primer año de convocatoria, hasta diecisiete personas se beneficiaron del plan. Al año siguiente, hasta once –«repartidos entre los que son empleados de una empresa y los que crearon la suya»– hicieron lo propio. Dos años después, el Ayuntamiento ha dado un paso más, «muy importante», y ha abierto su abanico de ofertas. Ahora, el objetivo, lo verdaderamente «novedoso» del programa, es la apuesta porque regresen los investigadores. «Detectamos con la Uva, tras varias reuniones, que era una demanda que debíamos cubrir. Pensamos que podía ser interesante recuperar a estar personas», sostiene el concejal de Hacienda.

Si bien la Junta de Gobierno Local aprobará este miércoles las tres líneas básicas del Plan de Retorno del Talento –apoyo a la contratación por cuenta ajena, apoyo al emprendimiento y ayudas vinculadas al regreso–, cuya cuantía asciende a 585.000 euros, la «cuarta pata» del plan, la subvención para fomentar el regreso de investigadores –con una subvención de 145.000 euros–, no correrá la misma suerte por «problemas en los límites salariales». No obstante, Gato confirma que se cerrará «a lo largo del año» porque, según dice, «no ha dado tiempo» y están «ultimando detalles» con la Universidad de Valladolid.

Todas aquellas personas que estén fuera de Castilla y León o de España y que quieran optar al plan de retorno de investigadores han de tener, necesariamente, un título de doctor y un «acreditado nivel investigador».

Así, este programa girará en torno a tres líneas «básicas y principales». La primera, para personas que tienen un nivel de investigación «alto», sean o no beneficiarios de otros planes como el programa Ramón y Cajal, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad. En el caso de estos últimos, su salario aún está por determinar, ya que «al pagarles el Ministerio no puede complementarse.» En cambio, para los que sean doctores y no participen en estos programas sí podrá completarse «hasta los límites salariales que establezca la propia universidad».

Una segunda línea, cofinanciada con la Uva, consiste en complementar el sueldo de los equipos que trabajan con «estas personas». «Si ellos tienen la posibilidad de construir un equipo bueno y numeroso para continuar con sus investigaciones es un aliciente muy importante», incide Gato. El límite de la cuantía lo dictará nuevamente la normativa de la institución académica.

Por último, esta cooperación económica entre Ayuntamiento y Uva permitirá financiar «nuevas plazas» de catedráticos y titulares. «Es un problema que tiene la universidad; muchas veces no tiene fondos suficientes para crear o reponer esas plazas», subraya. «Lo que no vamos a hacer es financiar profesores de universidad. Solo se tendrá en cuenta si dedican un porcentaje muy alto de ese tiempo a investigar», apostilla.

A todo ello, además, cabe añadir que también pueden ser beneficiarios de las ayudas complementarias, ya sea para «viajes, mudanzas, alquiler de vivienda durante un año, apoyo en gestiones...», prosigue Gato.

Otra de las novedades del Plan de Retorno es la periodicidad. Esta vez, a diferencia de las anteriores, no habrá un límite de tiempo. La convocatoria estará abierta todo el año para «facilitar» el acceso a toda aquella persona que esté interesada en ello. Además, se realizarán valoraciones periódicas de las solicitudes recibidas. «Esta decisión es porque en cualquier momento, si alguien tiene la idea de regresar y beneficiarse de las ayudas no tenga que esperar al próximo año si se le ha acabado el plazo», asevera. «Si le pasa eso, a lo mejor se le quitan las ganas de volver», bromea el edil.

Los requisitos de los 'retornantes' son: tener una titulación universitaria o grado superior; vinculación con Valladolid por nacimiento, estudios, residencia previa o parentesco, y haber residido y trabajado en el extranjero o fuera de Castilla y León durante al menos 24 meses entre el 1 de noviembre de 2016 y el momento de la solicitud.