Miguel Ángel Hernández, presidente del Gremio de Libreros de Valladolid, en su librería Los Arcos. Ramón Gómez

Las librerías registran un «goteo» de lectores en su primer día con cita previa

El Gremio de Libreros pide apoyo para «mantener viva el alma de la ciudad» volcándose con el pequeño comercio

Jesús Bombín

Valladolid

Lunes, 11 de mayo 2020, 22:09

Desde el mostrador de la librería Los Arcos Miguel Ángel Hernández vendió ayer varios ejemplares de 'La madre de Frankenstein', de Almudena Grandes;'La chica de nieve', de Javier Castillo; 'Y Julia retó a los dioses', de Santiago Posteguillo. Era su primer día cara a cara con los lectores dos meses después de bajar la persiana de su local en la calle Magallanes. «He sentido su apoyo, muchos han estado esperando a que abriéramos en lugar de hacer el pedido por Internet a una gran plataforma», cuenta Miguel Hernández, presidente del Gremio de Libreros de Valladolid.

Publicidad

Vídeos explicativos de la pandemia

El sector se reencontraba con una clientela que durante el confinamiento ha intensificado el hábito lector. Fue el primer día de apertura con cita previa, aunque algún local como El Árbol de las Letras llevaba haciéndolo desde el día 4. Durante la época de clausura del negocio han ofrecido la posibilidad de adquirir vales de regalo a través de la web para canjearlos después por libros, aunque con muchas limitaciones dado que las distribuidoras estaban bajo mínimos. «Algún cliente se ha puesto en contacto con nosotras solicitando algún título concreto o ha recogido encargos, pero muy poquito, es un pequeño goteo que sirve más que nada para seguir en contacto con la clientela. A la gente le gusta entrar y pararse ante los estantes para hojear los títulos y ahora mismo no pueden hacerlo porque las condiciones no son las de una apertura normal», agrega la librera.

Ese mismo «goteo» apreció José Emilio del Amo en La Parada de los Cómics, que recibió llamadas de tres personas para pedir día y hora. «He concertado varias citas para este martes y el jueves, pero nuestra situación es complicada, pues cuando pasemos a la fase uno solo podrá haber un cliente en la tienda, no podrá tocar nada cuando somos un negocio en el que la gente quiere abrir los cómics».

Se queja Del Amo de la poca información que llega al sector y de las dificultades que supone interpretar las exigencias del Boletín Oficial del Estado. «Tenemos que recurrir a gestorías y mutuas para que nos expliquen qué medidas nos atañen y cómo, porque hay muchísimas contradicciones entre lo que te dicen unas personas y otras, y aunque al final nos guiamos por el sentido común, veo mucho desamparo».

A las 08:30 horas de la mañana entregó Ana García Allúe un pedido a un cliente que no podía pasar a recogerlo a otra hora del día por su librería En Un Bosque de Hojas. Durante el confinamiento no ha vendido por Internet porque la librería estaba cerrada, su trabajador con un Erte y ella en suspensión de empleo. Ayer sintió regocijo cuando abrió las puertas en una jornada que se presentó «muy entretenida». «Ha venido gente que quería lecturas nuevas que habían visto en el escaparate, unos con cita y otros sin ella, porque mi librería es de proximidad, tengo muchos clientes que viven por la zona y cuando pasan a la farmacia o al supermercado aprovechan y entran».

Publicidad

De sus estanterías salió ayer camino de las casas literatura de bolsillo, intriga en buena parte, y títulos como 'Los leones de Sicilia', de Stefania Auci; 'La mansión. Tiempos gloriosos', de Anne Jacobs, y 'La danza de los tulipanes', de Ibon Martín.

«El reencuentro con los lectores ha sido esperanzador, emociona ver que siguen apostando por ti, pues dos meses sin vender nada supone un destrozo importante», resume Ana García Allúe. Considera fundamental la relación de cercanía con el cliente, sobre todo, dice, «después de ver lo triste que estaba la ciudad sin gente y con los escaparates apagados».

Publicidad

Privado este año de las ventas que reporta del Día del Libro cada 23 de abril y zarandeado por la pujanza de las grandes plataformas de venta por Internet, el sector librero reclama a los ciudadanos que se vuelquen con el comercio de proximidad «para mantener viva el alma de la ciudad y que no desaparezcan las pequeñas librerías».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad