Emilio de Justo | Torero
«Un lado de la política ha huido de los toros y es un error»Emilio de Justo | Torero
«Un lado de la política ha huido de los toros y es un error»Compartirá cartel con Talavante y Roca Rey en la única corrida de San Pedro Regalado que se ofrecerá este año en Valladolid, el domingo 14, y ayer jueves abrió la puerta grande de Las Ventas tras cortar dos orejas al quinto de la tarde. Emilio ... de Justo es uno de los nombres de moda del toreo y se lo ha ganado a pulso, toreando todo lo que se le pone delante con elegancia, la misma cualidad que saca a relucir para evitar percances en las entrevistas, en las que lo responde todo con torería.
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–¿Cómo digiere ser uno de los triunfadores de la que algunos han calificado como una de las mejores ferias de abril de la historia?
–Pues con mucha alegría. La Feria de Abril de Sevilla es para todos los toreros importantísima en el arranque de la temporada. Es la plaza soñada y he tenido sensaciones muy bonitas. Estoy de acuerdo en el pensamiento de que ha sido una de las mejores ferias de abril de la historia, a nivel artístico y de resultado. Estar dentro de ese grupo de triunfadores es un orgullo.
–¿Qué pensó cuando vio a Morante cortar un rabo en la Maestranza?
–Fue tremendo. Un triunfo rotundo y sonoro en su plaza, la de Sevilla. Todos los que le admiramos nos alegramos por él y por la tauromaquia.
–En Sevilla este año se ha reivindicado más que nunca el toreo con el capote. ¿Si un toro vale con la capa hay que sacarle todo el jugo sin pensar en la muleta?
–Yo pienso que sí. Cuando un toro embiste al capote y tú te quieres expresar, hay que pensar en el momento. A veces queremos administrar, pero si un toro va bien al capote en una plaza como la de Sevilla hay que aprovecharlo.
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–El toro es lo más importante de la fiesta y el día 14 torea en Valladolid animales de Garcigrande, una ganadería que conoce bien...
–Es una ganadería que me gusta mucho, he tenido triunfos con ella. Echa toros muy buenos, exigentes, bravos y con clase, pero hay que estar a la altura. Son toros que te piden talento para sacarles el fondo. He triunfado varias veces con Garcigrande, una de ellas en Madrid, y espero lo mejor: una corrida de lujo para Valladolid.
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–La empresa ha hecho un esfuerzo para traer un gran cartel, pero la corrida coincide con un partido en el que el Valladolid se juega la permanencia. ¿Qué diría a los que dudan entre ir al fútbol o a los toros?
–Yo les diría que vayan a los toros, que van a disfrutar más. Deseo que el Real Valladolid gane el partido, pero animo a la gente a que vaya a los toros antes que al fútbol porque se van a emocionar más.
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–No viene a Valladolid desde 2019, cuando cortó una oreja. ¿Qué recuerdos guarda de esta plaza?
–Tengo recuerdos muy bonitos. En 2018 tuve una tarde pletórica, corté tres orejas, fui triunfador de la feria y fue una de las corridas trampolín en mi carrera. Esta es una plaza a la que tengo cariño y admiración. Es preciosa y tiene una afición entendida y con buen paladar.
–Esta «plaza trampolín» le ayudó a superar momentos difíciles en su carrera. ¿Qué ha aprendido de esos instantes duros?
–Aprendes a madurar porque te das cuenta que la vida no es un camino directo hacia la cumbre. Hay altibajos y en esos baches uno tiene que saber mantenerse y confiar en uno mismo. La vida de cualquier persona que trabaja cara al público está siendo juzgada en todo momento y mantener el equilibrio mental sin que te pueda la presión no es fácil, pero en ello radica el éxito también.
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–El día antes de que usted pise el albero de Valladolid lo harán seis novilleros. ¿Qué diría a los jóvenes que empiezan?
–Que tengan la afición y la persistencia que hay que tener, que el toreo es algo totalmente vocacional. Torear en Valladolid es una motivación para cualquier novillero, es una plaza importante y no me cabe la menor duda de que se van a entregar al máximo y lo van a dar todo. Les deseo mucha suerte en esta profesión, que es una carrera de fondo porque en un día no se ve el potencial que puede tener un torero.
–¿Tal y como andan las cosas, el toreo es una profesión de futuro?
–Por supuesto que veo futuro al toreo. Hasta ahora hemos salido adelante. Hemos tenido momentos difíciles por la pandemia y hemos salvado los complejos de muchos políticos hacia la tauromaquia, cuando es una seña de identidad de este país por la que nos conocen fuera y que ha aportado grandeza cultural.
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–Habla de los políticos. ¿El toreo entiende de ideologías? ¿Y las ideologías de toreo?
–El acomplejamiento político de ciertos partidos que se han dejado amedrentar por otros radicales que están muy en contra de la tauromaquia ha hecho que desde un lado se haya huido de los toros y es un error grande. La gente no vota a un partido político para que alguien sea alcalde o presidente porque apoye la tauromaquia o le gusten los toros. La gente vota por lo que pueda aportar el político a la sociedad o al país, por su capacidad de arreglar los problemas y las grandes necesidades que tenemos todos. Al final, a los toros va el que le gusta y quien no quiere no va, como en el fútbol o en el teatro. Es verdad que en este espectáculo, el rito lleva a que el toro muera y el torero también lo puede hacer porque se juega la vida delante y eso, a día de hoy, puede ser fuerte. Pero esa fuerza y esa autenticidad que tiene el toreo, que es tan de verdad todo lo que ocurre, hace que siga vigente actualmente. Si no fuera así, sería un espectáculo más.
–¿Esa fuerza y esa verdad de la que habla serán suficientes para que el espectáculo siga en pie pese a todos los aspectos que tiene en contra?
–Nosotros tenemos unos valores que si los trasladáramos al mundo social del día a día, la sociedad se daría cuenta de la grandeza que tiene esta profesión. El toreo está lleno de valores que son únicos que, ojalá con el tiempo, seamos capaces de trasladar a la sociedad.
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–Está anunciado en cuatro corridas en Madrid, una de ellas en la que acaba de triunfar. ¿Qué le ha dado y le ha quitado Las Ventas a Emilio de Justo?
–Me lo ha dado prácticamente todo. Es una plaza a la que debo muchísimo, aunque he vivido las dos caras: el triunfo y la tragedia del percance que tuve el año pasado. La ilusión por volver es máxima y ahora mismo estoy pasando mucho miedo, para qué voy a mentir. Tengo mucha responsabilidad y mucha presión porque torear en Madrid es lo más grande que un torero puede tener, pero también es lo más duro porque es la plaza más exigente, aunque a veces es la más fácil. Cuando te acoplas con un toro y entras dentro de los gustos de esa afición, puede llegar hasta ser fácil triunfar, aunque desde fuera no lo parezca.
–¿Estará en Valladolid también en la feria de septiembre?
–Espero ganármelo el día 14. Tengo un examen importante ahora y espero volver en septiembre.
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