Un trabajador en uno de los laboratorios del Itacyl, que depende de la Junta. L. N.

Un laboratorio público contra la pandemia

La Gerencia de Salud de la Junta encomienda al Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León la fabricación de 1.200 kilts diarios para pruebas PCR

Laura Negro

Valladolid

Martes, 2 de junio 2020, 08:02

El coronavirus ha causado ya más de cinco millones de contagios y casi 350.000 muertos en todo el planeta, y por eso científicos de todo el mundo trabajan contrarreloj para lograr una vacuna, encontrar los mejores tratamientos y desarrollar pruebas de detección. Los científicos del laboratorio de microbiología del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) de la Junta también están aportando su trabajo y experiencia para combatir la pandemia. Desde el 13 de mayo, por encomienda de la Gerencia Regional de Salud de la Consejería de Sanidad, dedican parte de sus recursos humanos, tecnológicos y de infraestructuras a la elaboración de kits (tubo con hisopo y medio de transporte) para la toma de muestras PCR para el análisis y detección de la covid-19. Un encargo que tiene como fin lograr la realización en la comunidad autónoma del mayor número de test en el menor tiempo posible.

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Marta Hernández es una de las investigadoras y responsable del Laboratorio de Biología Molecular y Microbiología del Itacyl. Ella es veterinaria, miembro de la Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León y también de la Real Academia de Medicina de Valladolid. Participa además en el laboratorio de la Universidad de Valladolid, donde se analizan 400 pruebas PCR diarias. Su especialidad es el diseño de métodos de este tipo para la detección de microorganismos. El equipo de trabajo encargado de la producción del líquido y los tubos donde se deben conservar los hisopos queda completado con Pedro López, que es el responsable del laboratorio de I+D del Itacyl, y los técnicos Yolanda Andrés y Héctor del Valle.

Una reconversión «sencilla»

Una vez recibida la encomienda de la Consejería de Sanidad, la adaptación del laboratorio para la producción de esta pieza fundamental en los test PCR, fue «sencilla», según asegura Marta Hernández, ya que el laboratorio está habituado a la detección de patógenos en el sector agroalimentario para garantizar la seguridad del consumidor. «Convivimos en un mundo repleto de microorganismos. La mayoría tienen un efecto beneficioso, pero hay unos pocos que son patógenos, como este que desgraciadamente estamos padeciendo ahora. Nuestra misión es realizar una vigilancia permanente, con el fin de evitar cualquier brote. En el Itacyl estudiamos estos microorganismos en el sector agroalimentario mediante la metagenómica. Desde hace días lo compaginamos con la realización de los kits de muestreo. Estamos en un periodo de mucho trabajo de campo. Hay equipos de investigación que están trabajando en la mejora genética de muchas variedades de cereales y leguminosas, también estamos haciendo análisis de suelo y de los microorganismos con el fin de evitar las plagas. Hay que estar siempre vigilantes. Las plagas se controlan mejor al principio que al final. Lo que ha ocurrido con esta pandemia es que cuando hemos sabido de ella, ya estaba extendida», indica. «En nuestro día a día los técnicos e investigadores estamos acostumbrados a realizar mezclas de líquido para los experimentos e investigaciones. Nunca habíamos trabajado con coronavirus, pero las herramientas para su estudio son las mismas que utilizamos de forma habitual. Para llegar a producir los kits nos hemos inspirado en una iniciativa similar que ya estaba realizando el Hospital Virtual Marqués de Valdecilla en Santander», añade.

El Itacyl ha superado las expectativas. Desde la Consejería de Sanidad se pidió la elaboración de unos 1.000 unidades diarias, y sin embargo, la producción actual alcanza las 1.200 con las que se puede dar respuesta a las necesidades de la región. «Es imposible realizar test si no se puede muestrear a la población y, en caso de ser necesario, tendríamos capacidad suficiente para aumentar la producción», cuenta Hernández. Los kits están formados por un líquido que es un medio sintético que contiene antibióticos para evitar el crecimiento de las bacterias, donde se preservan los virus en los tubos hasta su análisis por PCR. Los que ya están elaborados se conservan en las cámaras frigoríficas del Itacyl a la espera de ser recogidos por la Consejería de Sanidad y repartidos por los laboratorios de la comunidad donde se realizan las pruebas PCR de detección de la covid.

Un acuerdo de seis meses

«El Itacyl es un organismo público, y por lo tanto, su principal interés es atender a las necesidades de la sociedad. Hemos dejado un poco apartada nuestra tarea habitual para cumplir con este cometido de producir los hisopos y su almacenaje estéril, pero nos sentimos felices haciéndolo porque vemos la utilidad real y práctica de nuestro trabajo y conocimientos. Quiero destacar mi reconocimiento a todos a los Servicios de Microbiología de los hospitales públicos que están realizando la inmensa mayoría de los test PCR del virus», apunta esta investigadora.

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El acuerdo entre Sacyl y el Itacyl estará en vigor seis meses, que se pueden prorrogar de forma sucesiva y automática por iguales períodos de tiempo si no hay oposición por ninguna de las partes. El documento establece que el Itacyl asumirá los gastos del personal asignado, agua, electricidad, mantenimiento regular de las instalaciones y equipos, así como los costes generales de los laboratorios relacionados con la elaboración de los kits. Por su parte, la Gerencia Regional de Salud afrontará los gastos derivados de la provisión de los productos y materiales para la elaboración del medio líquido necesario para fabricar de las muestras, los tubos de análisis y los hisopos.

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