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El paso de la borrasca 'Karine' se sintió con especial virulencia durante la madrugada de hoy, cuando el viento alcanzó los 74 kilómetros por hora en la capital –el pico de la provincia, con 106, se alcanzó en Villalón–, acompañado de un aguacero que en pocas horas dejó 14,2 litros por metro cuadrado, más de la mitad de la lluvia habitual prevista para todo el mes (22).
El vendaval ha traido un interminable reguero de daños (menores) a lo largo de la capital, con árboles caídos, contenedores volcados sobre la calzada (especialmente en Parquesol) y todo tipo de elementos de edificios dañados (antenas, chapas, cornisas...). Y así hasta rondar el medio centenar de incidencias que obligaron a policías locales y bomberos a multiplicarse durante un temporal que aún se ha dejado sentir por la tarde. Una noche movida en la que no hubo que lamentar «heridos o daños graves». El vendaval dejó 74 incidentes en el conjunto de la provincia y 326 en Castilla y León.
Los problemas comenzaron a acumularse pasada la medianoche, en pleno aguacero, con árboles caídos en las avenida de Zamora y del Real Valladolid y en Hernando de Acuña o vencidos sobre las tapias del colegio Don Bosco o Centrolid. Un cartel de obras cayó sobre un coche en Arco de Ladrillo y las dotaciones del Servicio de Extinción tuvieron que desplegar la escala para asegurar cornisas o retirar antenas y chapas de edificios y negocios de puntos tan dispersos como la plaza de La Rinconada, la carretera de Villabáñez, las calle Olmedo (Delicias) y Aragón o el camino de La Esperanza. Las distintas intervenciones solo provocaron cortes puntuales de calles.
El viento comenzó a amainar progresivamente, si bien por la tarde aún se registraron rachas notables de 60 kilómetros por hora, similares a las que aún podrían alcanzarse en la jornada de mañana, incluso «con algún pico superior», según ha anticipado el jefe de Predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Jesús Gordaliza, quien aclara que el tiempo mejorará el miércoles para dar paso a «un episodio de lluvias el jueves» y una vuelta a la estabilidad de cara al fin de semana. Las previsiones apuntan a que dicha estabilidad, que ya marcó el mes anterior, será la protagonista prácticamente para lo que resta de marzo. «Todo apunta a que durante las siguientes tres semanas volveremos a tener temperaturas más altas sin apenas precipitaciones», augura.
Eso después de dejar atrás un febrero en el que se batieron todos los registros de temperaturas en la capital, tanto en la media global (9,6 grados) como en la de las máximas (15,4) y las mínimas (3,8). Fue el más caluroso de la historia desde que existen registros fiables. Eso además de ser uno de los más secos con tan solo 2,2 litros recogidos el día 8.
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