Playa de as Moreras todavía sin la calificación al no haber empezado la temporada de baño. Ramón Gómez

Valladolid

La Junta vigilará el agua de Las Moreras pero seguirá 'no apta' este año

Los muestreos califican seis zonas de la región de 'insuficientes', entre ellas las dos de Valladolid, pero también 23 como 'excelentes' para el baño

Ana Santiago

Valladolid

Miércoles, 10 de mayo 2023, 14:18

La temporada oficial de baños se acerca –se abre el 15 de junio hasta el mismo día de septiembre– y lo hace con 35 zonas de baño en la comunidad incluidas en el censo para su control por parte de Salud Pública. Son los ayuntamientos ... los que solicitan estar en el mismo y señalan las áreas de toma de muestras y la Junta realiza los controles de salubridad cuyos resultados comunica al Consistorio interesado y es el promotor quien decide desaconsejar el baño o, incluso, prohibirlo. Siempre conforme a los dictámenes de calidad del agua.

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El censo para esta temporada incluye 35 zonas en Castilla y León, como el año pasado y cinco más que en 2019. Habitualmente se mueve en torno a la treintena desde hace años. De la lista del año pasado y los 42 puntos de medición, según el informe que acaba de sacar la Consejería de Sanidad, 23 obtuvieron la calificación de 'excelente'; ocho de 'buena'; seis 'insuficiente'; tres 'suficiente' y dos están sin calificar al haberse cerrado al baño por la sequía.

La provincia de Valladolid solamente tiene dos en este registro: la del río Duero en Quintanilla de Arriba y la del Pisuerga en la playa de Las Moreras en la capital. Ambas no aptas para el baño. Algo que comparten con el Órbigo a su paso por Alcona de la Ribera y Toral de los Vados, en León y el Duero en la capital zamorana. Estos son los resultados de la evaluación de la temporada estival de 2022. El Real Decreto 134/2007, sobre la gestión de aguas de baño recoge, su artículo 12.4, que «si las aguas de baño son calificadas como de calidad 'insuficiente' durante cinco años consecutivos, la autoridad competente –en este caso la Dirección General de Salud Pública– dispondrá que se dicte una prohibición permanente del baños o la recomendación de abstenerse del mismo», destacan fuentes de la onsejería de Sanidad.

La playa de Las Moreras está en esta situación –por presencia de microorganismos de origen fecal en alta concentración– lo que implica que ya tiene tal condición de 'no apta'. De los trece análisis del año pasado de ocho inspecciones visuales y otras tantas con muestras, cinco dieron un resultado de importante insalubridad del agua. Explica Salud Pública que «si se abre o no la playa es potestad del Ayuntamiento de Valladolid» y que «la Junta seguirá tomando muestras de agua y analizándola para evaluar si cambia de tendencia; pero la calificación actual ya no se puede cambiar para este temporada veraniega». Otra cuestión es que, en función de los resultados obtenidos entre junio y septiembre, para 2024 obtenga otra puntuación. Insiste Sanidad en que «aunque se analice esta temporada es necesaria la serie completa de datos para volver a evaluar la calidad. Con un análisis puntual no es suficiente para autorizar el baño de nuevo»

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La Dirección General de Salud Pública ya dio traslado en marzo, en cumplimiento de la normativa nacional y europea vigente, de una resolución por la que se instaba al Ayuntamiento de Valladolid a establecer las medidas legalmente previstas en la zona. A lo largo de la temporada de baño se recogen en cada una de las zonas del censo autonómico y referenciadas en el nacional 'Náyade', entre otras informaciones, datos de muestreo, de inspección visual, resultados analíticos de parámetros obligatorios, características de cada playa fluvial o sobre inspecciones sanitarias.

De hecho, el Servicio Territorial de Sanidad en Valladolid advirtió en febrero de 2022 al Ayuntamiento vallisoletano del resultado desfavorable de los cuatro ejercicio anteriores, conminándole a la adopción, en el ejercicio de sus competencias municipales, de las oportunas medidas correctoras tendentes a mejorar la calidad de las aguas de cara a la siguiente temporada.

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Tras el verano de 2022, los análisis han vuelto a resultar de una calidad insuficiente en las aguas, con lo que se alcanzan esos cinco años de concurrencia a los que se refieren la legislación europea, nacional y autonómica.

Y en similar situación se encuentra el río Cúa a su paso por la localidad leonesa de Cacabelos.

No obstante, de la más de una treintena de ríos, embalses, gargantas, lagos o arroyos que figuran bajo el control de la Junta en Castilla y León para el remojón hay 23 con una calificación de 'excelente', ocho de 'buena' y solo tres 'insuficiente' y tres 'con el aprobadillo. Palencia, Segovia y Soria son las provincias que aportan todas sus zonas censadas con una alta calidad de agua y Zamora, salvo el 'no apto' de la capital muestra una decena de buen o muy alto nivel de salubridad.

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La aptitud de las aguas para el baño depende de las inspecciones visuales y de las muestras realizadas. En el primer caso se valora la transparencia del agua y la existencia de contaminación o por la presencia de materias flotantes, sustancias tensioactivas, restos orgánicos y cualquier otro residuo u organismo.

Salud Pública realizó 369 inspecciones en las 35 zonas censadas para el baño en el verano pasado

Las muestras permiten analizar el cumplimiento de los valores paramétricos de enterococos intestinales y de escherichia coli fijados por la Consejería de Sanidad en función de los riesgos existentes para la salud de los bañistas, según recoge el decreto de 2008.

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En el año 2022 se realizaron 369 inspecciones. La ratio de las mismas por zona de baño es de 10,5. La provincia donde más controles se hicreron fue León con 126.

El número de muestras tomadas en la temporada 2022 en las zonas de baño de Castilla y León ha sido de 369 y el de situaciones irregulares en 41, 39 de ellas por posible contaminación microbiológica en el análisis de las muestras y sólo en diez se superó el valor de no aptitud por microbiología y se declaró un incidente por circunstancia excepcional. Las otras dos situaciones irregulares fueron por Bloom algal (cianobacterias), declarándose un incidente por eutrofización.

Playa de Las Moreras. Ramón Gómez

Carteles indicativos y seguridad de los bañistas, de competencia municipal

La calificación y censo se realiza previa solicitud de los ayuntamientos, demanda que presentan antes del día 1 de febrero de cada año. La Dirección General de Salud Pública determina el calendario de control de la calidad de las aguas para cada temporada, a lo largo de la cual se cogerán, como mínimo, ocho muestras de agua para su análisis, habitualmente se toman entre nueve y diez. Los consistorios tienen después la obligación de informar puntualmente a los bañistas sobre la aptitud de las aguas para el baño mediante la colocación de carteles indicadores, entre otros medios de comunicación. Así, en los mismos figurarán las leyendas agua apta para el baño, no apta o zona donde queda prohibido el baño temporalmente, en caso de contaminaciones puntuales y de corta duración. Algo muy poco habitual y que requiere continuos controles no superiores a las 72 horas.

La normativa también otorga el papel a los ayuntamientos de vigilar al seguridad de los bañistas, comunicar cualquier anomalía del agua y mantener las debidas condiciones higiénicas para las zonas habilitadas para el baño, además de elaborar normativa de uso para los veraneantes.

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