![Valladolid: La Junta divide a los huérfanos ucranianos del San Viator al derivarlos al internado Sagrada Familia](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202210/07/media/cortadas/sagrada-familia-koRD-U180304561194dCF-1248x770@El%20Norte.jpg)
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Para gran parte de ellos (la Junta no ha desvelado el número exacto) será su tercer hogar desde que llegaron a Castilla y León tras dejar atrás la guerra en su país. Los casi 90 huérfanos ucranianos que fueron acogidos en el mes de ... abril en el colegio de salmantino de Armenteros y que fueron trasladados en agosto al centro San Viator de Valladolid no permanecerán por el momento juntos. Parte de esos niños refugiados, con edades comprendidas entre los 7 y 17 años, han sido derivados recientemente al internado Sagrada Familia, en la carretera Arcas Reales.
El motivo que esgrimen desde la Consejería de Familia es la búsqueda de la «comodidad» de los huérfanos, muchos de ellos con alguna discapacidad, y facilitar de esta forma la atención. De esta forma, desde la Junta aseguran que «están bien atendidos» por los servicios sociales y sanitarios, pues se ha llevado a cabo una evolución personalizada y concreta de cada menor, además de ir «incorporándoles al ámbito escolar». Una adaptación que se ha complementado también con los jóvenes que cumplieron la mayoría de edad durante este tiempo en Castilla y León y a quienes se les ha ofrecido recursos de transición a la vida adulta.
Pero antes de instalarse en el Sagrada Familia, estos huérfanos ucranianos han completado un periplo por la geografía de Castilla y León. Precisamente, la Consejería de Familia se hizo cargo de la tutela de 87 niños ucranianos que llegaron a un colegio en Armenteros (Salamanca) después de retirarle la custodia a la Fundación Madrina el 11 de julio. Una decisión que se produjo después de que Servicio Sociales inspeccionara el centro para contrastar las denuncias de varios voluntarios sobre supuestas «deficiencias y carencias» de medios y «opacidad» en la gestión de los fondos que ha recibido Madrina. La retirada de la tutela se produjo tras dar cuenta a la Fiscalía de Menores.
Procedentes de un orfanato de Donesk (la zona más afectada por la guerra) llegaron a Salamanca el 1 abril en un avión del Ministerio de Defensa. Tras barajar varios destinos, los menores y sus 17 tutores se establecieron en el colegio La Inmaculada de esta pequeña localidad salmantina, donde pusieron a su disposición un abandonado colegio de religiosos que ha recibido durante décadas a cientos de niños extranjeros. Armenteros se convertía en sinónimo de solidaridad con el pueblo ucraniano.
Desde el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a varios alcaldes de toda Salamanca, el municipio salmantino fue lugar de peregrinación con el compromiso de que no le faltara nada a los niños. Durante tres meses y medio, Fundación Madrina cubrió todas sus necesidades.
Pero a finales de julio publicó en su web un aviso en el que advertía de que «a partir de ahora no recaudará más donativos para el orfanato». Un anuncio que coincidió con las primeras denuncias de varios voluntarios respecto a las condiciones «insalubres» del colegio y a sus dudas sobre el destino de los muchos miles de euros que ha recibido la organización humanitaria. La mayoría de los 17 profesores de los niños fueron abandonando el centro.
«Las carencias y deficiencias» obligaron a la Junta a hacerse con la tutela de los niños ucranianos y les trasladó en agosto hasta el centro educativo San Viator, gestionado por la ONG Accem. «La idea es que estén todos juntos o lo más cerca posible, pero hay que tener en cuenta el volumen de este traslado y sus necesidades», detalló a finales de julio la consejera de Familia, Isabel Blanco, en rueda de prensa.
Pero la estancia en el colegio ubicado en Juan Carlos I no está siendo del todo satisfactoria, pues se ha registrado algún altercado de convivencia en los aledaños del San Viator. Vecinos de la zona han manifestado su queja en las últimas semanas y la presencia policial se intensificó. Ahora, aludiendo a un bienestar para los menores, la Junta ha dividido al grupo de refugiados en dos centros en Valladolid en una estancia que aún no tiene fecha límite.
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