Una mujer se protege del sol por el puente de Hispanoamérica. J. Sanz

Julio revienta todos los récords y se sitúa como el más cálido de la historia en Valladolid

Agosto arranca con una nueva ola de calor tras un mes que dejó una temperatura media de 26 grados, 1,1 superior al anterior pico de 2020

J. Sanz

Valladolid

Lunes, 1 de agosto 2022, 00:01

La sucesión de olas de calor, con dos casi consecutivas que sumaron catorce días con el mercurio anclado claramente por encima de los 35 grados, en la mitad de los cuales las mínimas superaron los veinte, parecían aventurar que julio estaba llamado a destrozar todos los registros de altas temperaturas. Y así ha sido. El mes que acaba de concluir se sitúa ya como el más cálido de la historia en la capital con una temperatura media que alcanzó los 26 grados, más de tres por encima de lo habitual (22,7) y 1,1 sobre el anterior récord (24,9), que se registró en julio de 2020. Será el de 2022 el que figura en adelante en las efemérides meteorológicas como el más tórrido, sobre todo, en cuanto a las temperaturas máximas. No en vano la media de estas alcanzó los 35,2 grados, casi cuatro por encima de lo normal (30,9), con un pico inédito en la ciudad en más de cien años de 41,1 grados.

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Julio, en efecto, fue tórrido. Nunca antes había apretado tanto el calor, al menos, desde que existen registros fiables. Hubo quince jornadas en las que el mercurio superó los 35 grados, diez de ellas de manera consecutiva entre los días 9 y 17, la peor ola de calor de la historia, en la que se superaron los cuarenta grados durante cinco días seguidos (del 13 al 17), con el citado pico inédito de 41,1 grados (día 15) y tres picos más de 40,6 (día 14), 41 (día 16) y 40,5 (día 17), en los que superó el anterior récord, de 40,2 grados, que permanecía imbatible, hasta esos días, desde un lejano 19 de julio de 1995.

Los registros de julio

  • 41,1 grados fue la máxima histórica alcanzada el 15 de julio, 0,9 por encima del pico de 1995 (40,2).

  • 35,2 grados fue la media de las temperaturas máximas, 1,4 por encima del récord (33,8) de 2020.

  • 26 grados fue la temperatura media del mes, 1,1 por encima del récord de julio de 2020 (24,9).

Para encontrar dos picos más altos, y con la estación medidora situada en puntos diferentes de la ciudad y sin las garantías de los aparatos actuales, hay que remontarse al 31 de agosto de 1878 (42 grados) y al 9 de agosto de 1887 (43 grados). El mercurio no había vuelto a acercarse siquiera a esos picos hasta el episodio asfixiante de calor vivido a mediados del pasado julio.

Y todo ello acompañado de unas temperaturas mínimas también más que elevadas, con siete noches tropicales consecutivas (entre los días 12 y 18), con un pico también inédito para un mes de julio de 22,8 grados de mínima registrada el día 16. El mes, en cuanto a las temperaturas más bajas, ha concluido con una media de 16,8 grados, 2,4 grados por encima de lo normal (14,4).

Tendencia anual

El pasado julio, además, fue también más que seco con tan solo 2,4 litros por metro cuadrado registrados en dos tímidos aguaceros los días 5 (1,8 litros) y 16 (0,6), cuando lo habitual para el conjunto del mes son 12,7 litros –julio y agosto son los meses más secos habitualmente del año–. Así que el presente año acumula ya un déficit de precipitaciones del 37%, con 147,5 litros recogidos en estos siete meses, cuando lo habitual serían 235.

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Las previsiones, en este sentido, son poco halagüeñas. Valladolid comenzó ayer lo que, según todos los indicios, parece una nueva ola de calor que podría prolongarse, como mínimo, hasta el próximo fin de semana, con el mercurio anclado entre los 37 y los 39 grados de máxima con mínimas, otra vez, que rondarán o superarán, incluso, los 20 grados. De ser así sería la cuarta ola de calor de los últimos tres meses –la primera se vivió en junio antes de comenzar el verano–, que no vendría acompañada de precipitaciones, que tampoco se atisban a medio plazo, salvo alguna tormenta ocasional que pueda formarse en los próximos días.

El primer semestre del año ya fue casi un grado más cálido (0,9) de media de lo habitual, con los meses de enero, febrero, mayo y junio más calurosos y, como excepción, marzo y abril algo más fríos y también más lluviosos . Julio ahonda en la misma tendencia del año al ser mucho más caluroso y notablemente más seco. Su sucesor, agosto, arranca con fuerza y parece que en esa línea.

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