A juicio por el incendio de una celda en Villanubla que causó tres heridos

Los hechos que se juzgarán los días 11 y 12 de abril ocurrieron sobre las 14:20 horas del 11 de enero, cuando el recluso Amine Benomar -que suma en su historial penitenciario varias sanciones y es considerado un preso conflictivo- se encontraba en su celda, la número 19 del módulo 7 y «pese a ser conocedor de las graves consecuencias que podía deparar su conducta», subraya el fiscal en su escrito de calificación provisional, prendió fuego al colchón. El fuego y, sobre todo, el intenso humo, se propagó a gran velocidad por toda la galería y el resto de celdas ocupadas por otros internos. Los funcionarios actuaron de inmediato, «con riesgo propio para sus personas» y abrieron las puertas de las celdas para poder evacuar lo más rápido posible a sus ocupantes, «ante el grave peligro que conllevaba para sus vidas e integridad física la inhalación del ingente y denso humo». Destaca el ministerio público que algunos de los internos colaboraron con los funcionarios en la evacuación y en la tarea de apagar el fuego.

Como consecuencia de la inhalación de humo precisaron de asistencia médica dos funcionarios y uno de los reclusos, Sebastián Perdiz Jiménez, quien cumple una condena de más de 30 años de prisión en el centro penitenciario de Valladolid. La Audiencia Provincial de Segovia le condenó en 2006 por tirotear en Tolocirio a un guardia civil con su arma reglamentaria. Perdiz y su cómplice, pariente suyo, huyeron en el vehículo oficial de la patrulla de Coca y mientras se daban a la fuga dispararon al otro guardia civil, aunque no le alcanzaron.

Por la intoxicación del humo como consecuencia del incendio provocado por Benomar, Sebastián Perdiz precisó de oxigenoterapia durante 15 minutos. Ni él ni los dos funcionarios afectados por la inhalación de humo han reclamado indemnizaciones como perjudicados por estos hechos.

Según refiere el escrito de la Fiscalía, el incendio fue provocado por Amine Benomar ante las «constantes y graves amenazas» que sufría por parte de su compañero de celda y también procesado en esta causa, Jorge Alfonso Vázquez Campillo, alias 'el Chino'. Con él había compartido celda durante tres días pero, al sentirse incómodo, Amine pidió el cambio, «lo que fue autorizado de forma inmediata» por la dirección del centro penitenciario vallisoletano.

A partir de ese momento, Jorge Alfonso, condenado por delitos de robo y lesiones, comenzó a amenazar «de forma reiterada» a su excompañero de celda para obligarle a que prendiese fuego a su habitáculo «con la finalidad de alterar el orden y la seguridad del centro penitenciario», sostiene la acusación pública. Vázquez, que es un recluso considerado «conflictivo, peligroso y manipulador», amenazó con matar a Benomar si no incendiaba la celda y le agredió físicamente en alguna ocasión. Le conminaba a hacerlo con expresiones como «cualquier día te voy a dar cuatro puñaladas en el cuello» y «o incendias la celda o mañana te busco y te mato». Los mensajes amenazantes también le llegaban de terceras personas: «Me dice 'el Chino' que te diga que, o incendias la celda hoy, o mañana te busca y te mata». Sostiene el fiscal que estas amenazas influyeron «de forma directa en la voluntad de Amine, que conocía el carácter violento y conflictivo de Jorge Alfonso, quien poseía un 'pincho' con el que podía materializar sus amenazas».

Cuando el humo del incendio de la celda 19 empezó a extenderse rápidamente por la galería, Jorge Alfonso, que ocupaba la celda 25 de ese mismo módulo, se negó a salir de ella. A pesar de las reiteradas indicaciones del jefe de servicio y de otros presos para que saliese, el recluso incluso forcejeó con el funcionario que intentaba sacarle de allí mientras le decía que «ya está todo preparado, ya lo sabe la prensa y su madre y él va a morir allí». Pasaron más de 11 minutos hasta que, por fin, salió de la celda lo que, a juicio del fiscal, «aumentó el riesgo para la integridad física y la vida de los funcionarios e internos que trataban de convencerle».

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El incendio ocasionó daños en esa zona del módulo valorados en 886 euros más los intereses, una indemnización que tendrán que abonar los encausados si lo estima la Audiencia. Ambos procesados serán juzgados por un delito de incendio con peligro para la vida e integridad física de las personas y Jorge Alfonso, además, por un delito continuado de amenazas. Para este recluso es la petición de pena más grave, 15 años por el delito de incendio y otros dos años por las amenazas reiteradas a su excompañero de celda.