Un cliente realiza una transacción en una oficina bancaria Marcos Vega

A juicio una banda que estafó a bancos 100.700 euros en préstamos

Tribunales ·

El cabecilla financió un Audi que no aparece y dos de los encausados recibieron pagos a cambio de dejar que otros usaran sus cuentas para canalizar las transferencias

M. J. Pascual

Valladolid

Viernes, 24 de marzo 2023, 00:06

Cinco acusados de estafar a seis bancos mediante la obtención de préstamos por valor de 107.325 euros que nunca devolvieron se enfrentan a penas que suman once años y seis meses de prisión. La Audiencia de Valladolid tiene previsto juzgar a la banda ... el próximo lunes 27 de marzo por delitos de estafa y blanqueo de capitales.

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Según el escrito de acusación del fiscal, Daniel N. F., el principal encausado, habría suscrito además un préstamo para financiar la compra de un Audi en un establecimiento de Salamanca, vehículo que está en paradero desconocido. El 'cerebro' de la estafa, junto con Roberto Carlos A. G., «de común acuerdo, con ánimo de obtener un ilícito enriquecimiento y sabiendo que no iban a realizar la prestación contratada», el 23 de septiembre de 2017 suscribieron con el BBVA de Valladolid un contrato de préstamo al consumo por 6.360 euros que se amortizaría en 48 cuotas mensuales de 170 euros. Este contrato se encuenta en situación de mora desde el 17 de noviembre de 2018 y desde entonces se adeuda 7.614 euros.

El 6 de junio de 2018, Daniel N. T. suscribió en Valladolid con el Banco Cetelem un préstamo mercantil por 20.313 euros para financiar la compra del Audi en el Multicoches del Polígono de los Villares de la capital salmantina. En ese importe estaba incluido un seguro de protección de pagos con BNP Paribas-Cardif que daba cobertura a fallecimiento, incapacidad y desempleo, cuya prima ascendía a 2.298 euros. El importe total adeudado por comisiones e intereses ascendía a 27.437 euros y se amortizaría en 84 cuotas mensuales de 326 euros. El pago se domicilió en una cuenta de Caja Duero de la que el contratante era el titular. El contrato se venció anticipadamente por impago, con un importe pendiente de 21.171 euros.

El principal encausado obtuvo créditos bancarios, entre otros, para pagar un implante dental y la reforma de una vivienda, que no reintegró

Al mes siguiente, el 2 de julio de 2018, suscribió otro préstamo con Caja Rural de Zamora en Valladolid por 5.000 euros, supuestamente para pagar un implante en una clínica dental, que iba a amortizar en 36 cuotas de 170 euros. Solo pagó siete cuotas y a fecha de 28 de septiembre de 2020 seguía impagado el préstamo.

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Daniel N, «con ánimo de engaño y de lucro ilícito y puesto de común acuerdo» con Sergio P. A., el 13 de julio de 2018 contrató con Caja Rural de Salamanca un préstamo por 15.840 euros a amortizar en 72 mensualidades y acto seguido hizo una transferencia de 12.000 euros a una cuenta cuyo titular era Red Ultimate SL, una agencia de publicidad creada en 2017 en Valladolid de la que Sergio era administrador único. El encausado Daniel hizo un reintegro el 24 de julio de 2.800 euros. No se hizo efectivo el importe del crédito solicitado. La Fiscalía sostiene que ese reintegro es el pago a Sergio de terceros por dejar que se utilizara esa cuenta.

El 'cerebro' de la estafa bancaria, junto con otra de las acusadas, Ruth G. T., firmó otro préstamo personal con el Banco de Sabadell por un capital de 12.000 euros, que se amortizaría en 72 cuotas mensuales de 207 euros. A fecha del 2 de julio de 2020, adeudaban 12.700 euros.

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También con otra encausada, Alexandra de Lourdes V. U., en ese mismo mes, el 24 de julio, contrató con Liberbank un préstamo más, de 15.000 euros, supuestamente para reformar una vivienda. Ese mismo día realizó una transferencia de 13.000 euros a una cuenta de Cajamar de la que esta mujer era titular. El préstamo, subraya la Fiscalía, tampoco se abonó.

«Extraña tarea»

La acusación pública considera en sus conclusiones provisionales que Alexandra y Sergio P. A. «alternativamente, y a cambio de recibir una cantidad de dinero, se comprometieron a entregar el dinero que recibieron de esas transferencias a terceras personas cuya identidad se desconoce, para lo que facilitaron la cuenta bancaria de la que eran titulares sin prestar la debida diligencia y pudiendo haber conocido de lo extraño de la tarea que efectuaban«. A cada uno de ellos se les atribuye un delito de estafa o, alternativamente, un delito imprudente de blanqueo de capitales. La alternativa a las penas de dos años de prisión, respectivamente, es el pago de 24.000 euros de multa.

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La mayor pena de cárcel solicitada es para el supuesto ideólogo del fraude bancario, Daniel N. F., por un delito continuado de estafa. Se le pide tres años y seis meses de prisión.

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