La jueza deja libre a Pirri pese a acusarle de varios delitos en Valladolid cuando estaba en libertad condicional

Roberto R. D., Pirri, de 35 años, comenzó su carrera delictiva con tan solo 16, cuando fue acusado de apuñalar a un chico que se negó a darle fuego. Ahora, ya con una abultado historial delictivo a sus espaldas, está considerado por todas las fuentes consultadas (policiales, jurídicas, penitenciarias...) como uno de los delincuentes potencialmente «más peligrosos de la ciudad». Pues bien, el hermano del excabecilla de la banda del BMW ha sido detenido de nuevo hoy (se presentó de forma voluntaria con su abogada) después de que los investigadores le situaran en la madrugada del 23 de febrero no solo al volante de su coche (tenía el carné retirado), que se empotró contra otro después de saltarse un semáforo en el cruce de las calles Real de Burgos y Madre de Dios, sino en los instantes previos en un bar próximo, en el que está acusado de pelearse con otro cliente y romperle literalmente un vaso en la cabeza. Y todo ello cuando se encontraba aún en situación de libertad condicional después de cumplir más de diez años en prisión por raptar y tirotear a un joven en La Rosaleda en 2008 y por algunos robos previos.

La jueza, después de tomarle declaración por la mañana, ha acordado dejarle en libertad en calidad de investigado por un delito de lesiones (por la pelea del bar), otro contra la seguridad vial (por el accidente del que habría huido después) y un tercero y un cuarto de lesiones por imprudencia y omisión del deber de socorro (por las lesiones del herido), según han confirmado fuentes del caso. El sospechoso, que apenas llevaba unos meses en libertad condicional (aún le restaba más de un año en esta situación), ya fue detenido semanas atrás acusado de un robo con violencia y también consiguió salir en libertad con cargos.

A Roberto le acusan esta vez de un primer delito contra la seguridad vial cometido en su barrio, Las Flores, donde fue parado a las 13:00 horas del 22 de febrero (sábado) al volante de su Citröen C3 pese a tener retirado el carné por la pérdida de los puntos. Horas después, ya en la madrugada del domingo, su coche 'se empotró' a las 4:00 horas contra un todoterreno después de saltarse un semáforo en el cruce de la calle Real de Burgos (por allí circulaba) con Madre de Dios. Tres de sus ocupantes huyeron y un cuarto, del que inicialmente se creyó que podía ser el conductor –llegó a ser sometido a la prueba de alcoholemia y duplicó el límite legal–, fue abandonado por sus compañeros después de desplomarse sobre la calzada por sus graves lesiones. Después negaría en su declaración que condujera el C3.

Esto ocurrió minutos después del incidente en un bar próximo, situado en la calle Democracia, una perpendicular de la Real de Burgos (a doscientos metros del lugar del accidente), en la que los agentes de la Policía Nacional sitúan a Pirri como presunto autor de la agresión a un cliente. El atestado sobre el posterior siniestro, en este caso de los policías locales, le situaría también al volante del C3, en cuyo maletero había palanquetas y otras herramientas. Pirri está acusado ahora de todo ellos. Y de nuevo está en libertad. Hoy ha negado que fuera al volante y ha alegado que huyó sin saber que su acompañante estaba lesionado.