Valladolid

José Luis, el apasionado al blues que triunfa con sus tortillas virales en La Rondilla

¿Qué tiene la tortilla de José Luis? Pues los ingredientes típicos, claro, pero también un «toque callejero» que imprime a toda su carta de viandas. «Yo empecé Derecho, me puse después una temporada como comercial. Cuando llegó la crisis del 2010, pensé que tenía que hacer de una vez algo que me gustara». Completó un curso de cocina («con un profesor estupendo, Dani, del antiguo hotel Foxá») y se marchó cuatro temporadas a Mallorca. «Me dijeron, si no encuentras allí trabajo, ya me dirás dónde». Al regresar a su pueblo, Cabezón de Pisuerga, abrió un negocio de comida para llevar. «Antes de que se pusieran de moda las 'dark kitchen', ya tenía yo una en Cabezón». José Luis preparaba el menú que luego él mismo repartía a sus clientes.

Los lunes, que descansaba, venía con su perra Luna a pasear por La Rondilla. «Aparcaba en Barrio España y me acercaba andando hasta aquí o hasta el parque Ribera de Castilla, y me sentaba en la terraza de algún bar de la plaza de Alberto Fernández. Y vi que me gustaban estos locales». Cuando decidió apostar por la capital, no dudó que este podría ser un buen lugar. «Lo mío es comida rica, callejera, de precios populares». En su establecimiento hay una pizarra gigante con los productos que son fondo de armario: perritos, raciones, hamburguesas, tarta de queso... y su ahora famosa tortilla. «La comida está rica, no os fieis de los dibujos», dice uno de los mensajes junto al menú. Y en otra pizarra más pequeña, infantil («me la trajo mi amigo Mariano»), apunta la propuesta de cada jornada.

Hoy toca cordero guisado a la miel. En las paredes de este negocio de comida para llevar hay carteles con películas de temática gastronómica ('Boiling point', 'Delicatessen', 'Fuera de carta') y también una foto de Charlie Patton, ídolo musical de José Luis, quien tiene incluso una guitarra en el local, «aunque no tenga tiempo de tocarla». «Yo me veo un poco como un 'blues man'. Ellos hacían música solo con voz y guitarra… y yo también estoy aquí solo para sacar adelante el negocio». Y ahora, con un reto: convencer a los muchos clientes que se acercan para probar su famosa tortilla, convertida en fenómeno viral.