IPC Valladolid

Solo siete productos de la cesta de la compra están más baratos que hace un año

Entre los artículos que han bajado de precio no están los alimentos. Al contrario, han seguido subiendo, como puede confirmar cualquiera que haga la compra. Para ser exactos, se han encarecido el 2,2% en comparación con diciembre de 2023, muy por encima del 1,8% regional y del 1,5% nacional. Con todo, hay que felicitarse: se trata de un aumento muy inferior al 7,1% que se registraba en Valladolid hace un año.

Entrando en el detalle de los bienes o servicios que son más asequibles que hace doce meses, lo primero que llama la atención es el importante descenso que han experimentado los equipos de telefonía y fax, que el Instituto Nacional de Estadística (INE) cifra en el 9,7%. A continuación figura la enseñanza Infantil y Primaria, con una caída del 8,1%, y a más distancia los equipos audiovisuales, fotográficos y de procesamiento de información, con el 4,9%.

La corta lista de productos que se han abaratado durante el último ejercicio se completa con los textiles para la casa (-0,9%); las herramientas para el hogar y el jardín (-0,9%) y, en mucha menor medida, con los subgrupos de los electrodomésticos y sus reparaciones –incluidos los aparatos de calefacción y aire acondicionado– y de la educación universitaria superior, que registran una mínima disminución del 0,1%. En este capítulo, por otra parte, se podrían incluir los servicios financieros, en la medida en que según el INE se han mantenido inalterables.

La otra cara de la moneda, y nunca mejor dicho, son aquellos componentes del IPC que han disparado su coste. En cabeza figuran la electricidad, el gas y otros combustibles, que terminaron 2024 siendo nada más y nada menos que el 12,6% más onerosos que un año antes. El segundo puesto del ranking, con un apreciable 12,4% de incremento, está ocupado por los paquetes turísticos, algo que no parece haber tenido ninguna incidencia en los visitantes extranjeros a tenor del balance que se ha hecho público este miércoles. Y el bronce, con el 9,4%, es para lo que el INE llama «efectos personales», es decir, joyería, bisutería o relojería, entre otros. Aunque no les van a la zaga los seguros, con el 9,1%, y el tabaco, con el 7,7%.

El resto de los integrantes de la cesta de la compra de las familias han elevado su importe en una cuantía inferior al 5%. Es lo que ocurre por ejemplo con la restauración y los comedores (4%); la enseñanza Secundaria (3,4%); la prensa, los libros y los artículos de papelería (3,1%); las bebidas alcohólicas (de nuevo 3,1%) y las no alcohólicas (2,9%); el transporte (2,8%); los servicios hospitalarios (2,6%); la conservación y reparación de la vivienda (2,4%); las actividades recreativas, deportivas y culturales (2,3%), y el vestido (2,2%).

La comparación con lo que sucede en el conjunto de Castilla y León pone de manifiesto ligeras diferencias. La principal es que en este ámbito también decrecen los productos, aparatos y equipos médicos (-1,1%) y la utilización de vehículos personales (-0,2%), mientras que la tendencia se invierte en los textiles de uso diario, puesto que son el 1,1% más gravosos. Si ese análisis se hace para España entran en el selecto grupo de lo que se abarata el calzado y sus reparaciones (aunque sea ligeramente, el 0,2%); las cristalerías, vajillas y otro tipo de menaje (-0,3%) y lo relacionado con el mantenimiento de los medios de locomoción (-0,3%). Como contrapartida, lo abandonan las herramientas y equipos para el hogar y el jardín, que se aprecian el 1%; la enseñanza Infantil y Primaria, con el 2,7% más, y la universitaria, con un alza del 2,3%.

En términos interanuales, la tasa de inflación general vallisoletana fue dos décimas superior a la media autonómica, que cerró el año pasado en el 2,7%. Por provincias, solo Zamora se equiparó en carestía de la vida a Valladolid, con idéntico 2,9%. Ávila y Segovia igualaron el indicador regional y por debajo se posicionaron León, con el 2,6%; Burgos, Palencia y Soria, las tres con el 2,5%, y Salamanca, con el 2,4%.

El 2,9% del IPC vallisoletano, por otro lado, está una décima por encima del nacional. Y esto supone que se encuentra muy lejos del que anotan la ciudad autónoma de Ceuta y Canarias, los dos territorios donde menos ha crecido este indicador. En el lado opuesto aparece el País Vasco, con el 3,6%, seguido de cerca por Baleares con el 3,4%.

El índice se elabora a partir de 210.000 precios proporcionados por alrededor de 29.000 establecimientos comerciales de 177 municipios del país. La recogida de la información se efectúa de dos maneras. En el caso de 462 artículos se realiza de forma tradicional, «mediante visita personal» a los negocios en las fechas que corresponda, «así como por teléfono y correo electrónico». A la hora de evaluar otros 493 se lleva a cabo «mediante medios automatizados (como 'scanner data' o 'web scrapping')», e incluso en determinados elementos «tarifados» se obtiene de las publicaciones oficiales correspondientes.