Investigan un robo con violencia en La Rondilla: «Le puso un cinturón en el cuello a mi mujer»

En este caso, los hechos tuvieron lugar la madrugada del domingo 11, en torno a las 3:00 de la madrugada. La víctima de 28 años volvía de trabajar a esa hora y se dirigía a su domicilio. Sus compañeros de trabajo la acompañaron hasta la calle Palencia y después le mujer anduvo sola hasta su domicilio. Fue al llegar a su portal cuando «sintió algo fuerte», explica su marido, quien prefiere preservar su anonimato, ambos están «aterrorizados».

El agresor abordó rápidamente a su víctima por la espalda. «Él tenía el rostro cubierto por una especie de bufanda e iba tapado con una capucha. Tenía un cinturón de la mano, el que le puso en el cuello a mi mujer mientras le decía: 'Dame lo que tengas'», asegura el hombre.

En ese momento y antes de que el joven lograra tirar al suelo a la víctima, ella dio habilidad a pulsar uno de los botones del telefonillo de su portal. «No consiguió dar al nuestro, aunque en ese momento no salió nadie porque no seguro que no lo escucharían, en este bloque vive gente mayor», relata.

El marido de la víctima habla de «un ángel de la guarda», en referencia al vecino del bloque de enfrente que en ese momento pasaba por el lugar y presenció lo que en un principio creía que era «una discusión en pareja». Al presenciar la escena mientras se iba acercando preguntó si la mujer necesitaba ayuda, «ella contestó como pudo porque el cinturón le apretaba el cuello hasta el punto de que casi no podía hablar», asegura la pareja de la joven de 28 años.

El hombre aflojó entonces el cinturón y huyó corriendo. «En ese momento mi mujer llamó por el telefonillo a casa pero casi no podía hablar por el estado de nervios que tenía y yo bajé enseguida», explica. «No queremos ni pensar lo que hubiera pasado si el vecino no llega en ese momento», relata.

«No habían pasado ni tres minutos cuando se personó una patrulla de agentes de paisano de la Policía Nacional». Con la descripción del hombre por parte del vecino (testigo de la agresión) y de la propia víctima pudieron localizar en apenas media hora al hombre que coincidía con la información aportada por ambos. «Le explicaron cómo iba vestido y que era un hombre con sudadera negra y amarilla, de 1'75 de estatura más o menos, muy delgado y con el pelo ondulado», señala el marido de la víctima.

Agentes de la Policía Nacional localizaron al presunto agresor, un joven de 23 años que cuenta con varios antecedentes previos de diversa naturaleza. El hombre fue arrestado y conducido al calabozo, donde permaneció unas horas, ya que el domingo por la mañana pasó a disposición judicial y posteriormente fue puesto en libertad con cargos.

La víctima denunció los hechos la mañana del domingo y tanto ella como su marido quieren subrayar «la enorme empatía» que los agentes tuvieron con ellos tras suceder los hechos. «Actuaron de una forma impecable y les estaremos eternamente agradecidos», asegura el marido, aunque lamentan que el detenido esté en la calle. «Vivimos ahora con mucho temor y está claro que el que pasen cosas así de forma tan frecuente como ha pasado esta vez es porque hay un problema de base al que hay que poner solución», finaliza.