Investigan una oleada de robos de motos en garajes inédita en Valladolid

La capital, en este sentido, ya ha sido el escenario de robos de piezas de automoción a cargo de bandas itinerantes en, al menos, dos oleadas en los años 2018 y 2021, cuando sustrajeron ruedas, catalizadores (una pieza de los tubos de escape) e, incluso, volantes de vehículos estacionados en garajes comunitarios, en su mayoría en Parquesol o Pinar de Jalón, aunque también en barrios como Pajarillos, La Victoria o Los Santos Pilarica.

Uno de estos grupos, según todos los indicios, parece haber fijado ahora su objetivo en las motocicletas en un robo que no deja de tener cierta complejidad si se tiene en cuenta que los autores deben acceder inicialmente al garaje de turno, al parecer, con una furgoneta para cargar la moto y huir del lugar. Ese, al menos, es el aparente 'modus operandi' de los autores de los últimos robos.

Las fotografías de las motocicletas sustraídas inundan ahora las redes sociales en busca de pistas, por parte de sus propietarios, para su posible recuperación. El precio medio de los cuatro modelos sustraídos oscila entre 8.000 y 12.000 euros. Tres de ellas eran razonablemente nuevas y una cuarta era bastante antigua.

Dos de las motocicletas robadas son del mismo modelo de Kawasaki, una Z 800, cuyo coste ronda los 8.500 mil euros, con placas de las series LHJ y JGH. La tercera es una Ducati Monster, con placas JPX, la más cara de todos (unos doce mil euros). Y la cuarta, la más antigua, es una Honda CBR de la serie FNN. Modelos muy diferentes con el único denominador común de tratarse de motos de gran cilindrada y que todas ellas estaban estacionadas en garajes comunitarios.

Los autores sustrajeron tres de las motos de estacionamientos de Parquesol, dos de ellas en la misma noche y en el mismo bloque del entorno de la calle Federico Landrove Moiño; mientras que la cuarta fue robada de otros aparcamiento de un edificio de la calle Arribes del Duero, próximo a la avenida de Segovia y al Río Hortega, según han confirmado fuentes de la Policía Nacional, cuyos agentes investigan ahora los hechos.

Los robos se han sucedido en un intervalo de tan solo cuatro días, entre el lunes y el jueves, cuando las víctimas se han encontrado con el hueco de sus motos al acudir a sus plazas de garaje. Los autores habrían actuado en todos los casos de madrugada y serían varios dado el peso medio de una moto de estas características, que puede rondar los doscientos kilos.

«Es la primera vez que recibimos denuncias por este tipo de robos en Valladolid», reconocen fuentes policiales, que apuntan a bandas itinerantes y a su posible venta por piezas como principal hipótesis de trabajo.

Las cuatro víctimas han colgado fotografías de sus monturas y de las placas de sus matrículas en distintas redes sociales y apelan a la colaboración ciudadana para intentar obtener pistas sobre su paradero.

Valladolid, al margen de los robos de piezas de automoción, acumula en los últimos años decenas de sustracciones de vehículos, en su mayoría BMW y Seat, fruto de las diferentes versiones de la banda del BMW que han venido operando, y siendo desarticuladas una tras otra, desde que surgiera la primera en 2016. Pero los coches, en todos los casos, eran utilizados para perpetrar sus posteriores golpes en negocios (bares, comercios...). Las sustracciones de este tipo de modelos alemanes no han cesado a día y, de hecho, un vecino de La Flecha denunció el pasado jueves la sustracción de un BMW 320, de la serie GSR, de un garaje comunitario. Tres semanas antes fue un Seat León el que fue sustraído en Laguna de Duero. Robos con cuentagotas que quizás se correspondan a cabos sueltos de las últimas versiones de la banda.