Un reventón anega el entorno de Lauki y reduce la presión de agua en medio Valladolid

La fuga, que enseguida ha inundado toda la zona, se ha producido en torno a las diez de la mañana en el lateral de la vieja factoría, hoy en obras para construir un centro deportivo, y ha sido localizada en la mitad del paseo del Cauce, por el lateral de las viviendas de la calle Jacinto Benavente, en la margen derecha del Esgueva y próximo al cruce con la avenida de Santander. Allí están trabajando ahora operarios de Aquavall, Bomberos y policías locales para intentar minimizar los daños.

La propia compañía municipal ha informado a las 15:30 horas de que el suministro de agua potable se había restablecido ya por completo en toda la ciudad.

El reventón ha liberado en pocos minutos miles de litros de agua sin control por el entorno hasta anegar todo el tramo peatonal entre el río y las viviendas de Jacinto Benavente (paralela al paseo del cauce), entre la avenida de Santander y el camino del Cementerio, ha provocado una bajada de presión generalizada en el suministro de agua potable literalmente en media ciudad. Así, se han visto afectados los barrios del Hospital, La Rondilla , La Overuela, España, San Pedro y el centro, según han confirmado fuentes de Aquavall, que han aclarado que al filo del mediodía ya se ha ido recuperando la presión en la mayoría de los barrios, salvo en el entorno del lugar del reventón.

El 'anillo mil', una tubería circular de un metro de diámetro que une todas las plantas potabilizadoras de la capital, es la principal conducción de suministro de la red, y permite cortar por tramos los puntos afectados por un reventón manteniendo así el suministro en la ciudad.

«La fuga está localizada y aislada y nadie debe quedarse sin agua», han confirmado desde Aquavall antes de aclarar que la bajada de presión puede provocar una cierta tardanza en la recuperación del suministro, sobre todo, en el entorno de la avería y en aquellas comunidades con bombas de presión para elevar el agua a los pisos más elevados. «Hemos tenido que apagar la bomba al ver qué hacía un ruido raro y, aunque tenemos agua, esperaremos a qué se recupere del todo el suministro para volver a ponerla en marcha», reconocía Emiliana, vecina y presidenta de la comunidad de unos de los bloques más cercanos al lugar del reventón.

El punto en el que se ha producido el reventón estaba en obras desde el pasado 8 de enero, en el tramo del paseo del Cauce que discurre entre el camino del Cementerio y la avenida de Santander, para renovar precisamente las redes de abastecimiento, si bien la zanja abierta se encuentra al otro lado del cauce del Esgueva, por el lateral del terreno de Lauki, y fuentes de Aquavall han confirmado que los trabajos allí no tienen nada que ver con lo ocurrido en el 'anillo mil', que discurre soterrado al otro lado del río. La duración de los trabajos, que mantienen cortado dicho tramo del paseo del Cauce a la circulación, está prevista hasta el 29 de febrero.

Los operarios de Aquavall, la empresa municipal del agua, trabajan ya para iniciar la compleja tarea de reparar el tramo afectado del 'anillo mil', una intervención compleja si se tiene en cuenta que en ocasiones anteriores (la última hace apenas un par de semanas en otro tramo de la calle Eras) se han prolongado durante semanas.

El circuito del 'anillo mil' une las dos estaciones depuradoras de la ciudad (Las Eras y San Isidro) y el depósito de Las Contiendas, cuyas bombas trabajan ahora a destajo para recuperar por completo la presión y garantizar así el suministro de agua potable en toda la parte de la ciudad afectada, desde el centro hacia el este de la ciudad.

El reventón fue detectado por los propios vecinos en torno a las diez de la mañana, cuando el agua comenzó a brotar del tramo ajardinado del paseo del Cauce que discurre por la margen derecha del Esgueva. El agua enseguida anegó el paseo y se coló hasta la paralela calle Jacinto Benavente y la avenida de Santander, alcanzando entre veinte y treinta centímetros de nivel, una altura suficiente para colarse por algunos portales, aunque sin causar, en apariencia, daños graves.

Los propios vecinos, al ver que inicialmente el nivel no bajaba, bajaron a retirar los coches estacionados en Jacinto Benavente. Ninguno, en principio, sufrió daños.

El entorno recuperó una relativa normalidad al filo del mediodía, con el nivel del agua descendiendo de manera progresiva y dejando un rastro de lodo a continuación. Ahora toca limpiar y, sobre todo, reparar el tramo del 'anillo mil' dañado. «Llevará un tiempo», reconocen desde Aquavall antes de incidir en que el suministro, en cualquier caso, «está garantizado».