ERE

Intrum eleva los despidos a 142 en Valladolid pese a pactar 134

El pasado mayo la compañía presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para sus siete plataformas españolas, con intención de desprenderse de un tercio de la plantilla. O lo que es lo mismo, de 702 de sus más de dos mil empleados en España –el 33,6% del total–, que además de en la ciudad están localizados en Alicante, Almería, Barcelona, Huelva, Madrid y Zaragoza.

En el caso de la capital vallisoletana la negociación del ERE logró rebajar el número de damnificados desde los 166 que estaban planteados inicialmente hasta los 134 (133 en Intrum Servicing Spain y uno en Solvia, firma perteneciente al mismo grupo). Para ello fueron necesarias muchas horas de tensas discusiones, dos paros parciales y una huelga de 24 horas que sacó a la calle a cientos de personas. De ahí la «sorpresa» de Esteban ante «el incumplimiento de lo acordado», puesto que a 31 de diciembre de 2024, día en que finalizaba el ERE, las personas que habían perdido su trabajo ascendían a 142.

De ellas 76 se acogieron a las condiciones del expediente extintivo de manera voluntaria, pero el resto han sido salidas forzosas. Y para más inri, en el caso de estas últimas «la empresa se ha excedido en el número de personas con reducción de jornada que se podían ver afectadas», de acuerdo con la información de la que dispone. A esto se suma que en el caso de aquellos que aceptaron irse libremente «no se ha respetado el compromiso de anunciarles con antelación, entre los días 1 y 15 de cada mes», la fecha en que tendrían que abandonar las instalaciones.

Lo peor de todo es que «ha habido despidos de trabajadores que eran colectivos vulnerables, como una compañera que en junio estaba embarazada y ahora está de baja», señala el presidente del Comité, que ha puesto los hechos en conocimiento de la Inspección. «Desconozco, pero creo que no, si CC OO o UGT han tomado alguna determinación de ir a la autoridad laboral en relación a todo esto», añade, por cuanto son estos sindicatos los que están en la Comisión de Seguimiento del ERE (CGT no participa porque se descolgó del acuerdo). «La función de esa comisión es velar y hacer cumplir íntegramente lo que se firmó en su momento y eso no está sucediendo», apostilla.

Francisco Martín, delegado de Intrum en UGT, el otro sindicato representado en el comité vallisoletano, replica que desde el órgano tripartito de control «sí que se lleva indicando a la empresa desde julio que hay determinadas cuestiones que no se han cumplido, para que fuera rectificando» y la respuesta que han recibido es que «se irían corrigiendo». Y no oculta su malestar: «Me sorprende mucho que se diga que la Comisión de Seguimiento no vela cuando ni siquiera se pertenece a ella», apostilla.

Eso no le impide reconocer que en algunos casos no ha habido rectificación.De ahí que «la Unión General de Trabajadores va a tomar todas las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento, porque al final lo que salen perjudicadas son las siglas del sindicato». En concreto, «desde requerir otra vez a la empresa por la vía amistosa hasta acudir a inspecciones de trabajo, lo que nos recomienden nuestros abogados», zanja.