Intervención policial por un malentendido ante un posible caso de pederastia junto al Lourdes

«Su presencia generó las quejas de algunos padres y es cierto que se ha incrementado la vigilancia, tanto de paisano como de las patrullas en torno al colegio, pero hemos comprobado que todo parece fruto de un malentendido», confirman fuentes policiales. El hombre en cuestión, de 52 años, aunque su apariencia es de mucha mayor edad, resultó ser un vecino del entorno del centro escolar que pasea a menudo por esa calle y al que, en efecto, los profesores que vigilan a los alumnos a la hora del recreo habían pedido en las últimas semanas que evitara acercarse a la verja para entablar conversación con los menores.

«Hemos hablado con él para que evitara estar por la verja o dar algún caramelo, que parece que también ha llegado a hacerlo, a los alumnos y los profesores están más atentos en ese sentido, pero lo cierto es que no ha hecho nada malo y tampoco ha pasado nada más allá de que suele estar siempre por el entorno del colegio», explica el director del Lourdes, Jorge Meneses, quien lanza un mensaje de «tranquilidad» a los padres de los alumnos del colegio.

Los policías locales, que en ocasiones anteriores ya habían hablado con él a requerimiento de los padres, han elaborado un informe dirigido a los servicios sociales explicando la situación del hombre (la personal), nada que ver con episodio alguno o sospechas de pederastia, por si precisara de algún tipo de intervención o asistencia continuada. El hombre, de hecho, ha sufrido una caída este mismo martes al filo de las dos de la tarde, cuando se encontraba en la acera de enfrente del colegio (suele sentarse en los bancos de la vía pública), y ha precisado de asistencia sanitaria en una ambulancia sin necesidad de ser trasladado.

Los agentes, a raíz del encontronazo con un padre, preguntaron al hombre si necesitaba algún tipo de asistencia o si quería denunciar al progenitor que se había encarado con él y declinó los dos ofrecimientos. Un par de horas después sí tuvo que recibir asistencia médica por la caída fortuita (nada que ver con el incidente previo) que sufrió precisamente enfrente del centro escolar.

Fuentes policiales anticipan que los agentes mantendrán un dispositivo de vigilancia en torno al colegio de la calle Paulina Harriet de carácter preventivo ante la alarma social generada entre los padres de los estudiantes. Lo que sí han querido dejar claro las mismas fuentes es que el hombre ha sido plenamente identificado y carece de antecedentes de pederastia.

«Hemos hablado con él en distintas ocasiones simplemente para evitarle posibles problemas con los padres, aunque legalmente él no ha incumplido nada y no se puede multar a nadie por pasear por la calle», inciden las fuentes consultadas. Y en el mismo sentido, en un tono comprensivo, se muestra el director del centro escolar: «Nadie puede impedir a nadie que esté cerca de un colegio en la calle».

El hombre, al que los testigos que avisaron de su caída al 112 creyeron que tenía unos noventa años (tiene 52), estaba un poco desorientado en el momento de recibir la asistencia de los sanitarios, junto a una mujer que también le atendió y una pareja de policías municipales, con los que conversaba de temas completamente ajenos a las quejas de los padres. «Si necesita o no algún tipo de asistencia deberán decidirlo los servicios sociales y por eso se ha elaborado un informe para relatar su situación», reiteran las fuentes consultadas.