Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado sábado y el protagonista fue un conductor que había dejado su coche estacionado en el aparcamiento subterráneo de la Plaza Mayor, que abandonó al filo de las cinco y media enfilando el túnel de salida que conduce ... a la calle Molinos. Y apenas había avanzado unos metros cuando observó al fondo, en el cruce de Isabel la Católica con la plaza de Poniente, las luces azules que anunciaban la presencia de un control de alcoholemia.
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Así que decidió marcha atrás en un aparente, y sorprendente, intentó de regresa al estacionamiento por el túnel de salida. Un policía local vio la maniobra y fue a interceptarle. El conductor sopló y triplicó con creces la tasa de alcoholemia (dio 0,80 miligramos por litro de aire espirado). Pero es que, además, se enfrentó a los agentes (fue denunciado por ello al pago de una multa que ronda los 750 euros) y, además, orinó delante de ellos (también se llevó la sanción de 60 euros). Será juzgado por un delito contra la seguridad vial (por el positivo).
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