Un inspirador y moderno adosado en el sur de Valladolid

En la zona sur de la ciudad nos recibe Marisa Alonso, una apasionada de la decoración que ha transformado un adosado de 150 metros cuadrados en un precioso hogar de estilo moderno y buen gusto. Cada rincón de esta casa, reformada hace dos años, refleja su buen ojo para los detalles y para encontrar el lugar perfecto para cada pieza. Hoy, Marisa Alonso nos abre las puertas para descubrir todos los secretos de su hogar.

Nos da la bienvenida en el recibidor, una estancia abierta que ya sirve de adelanto para lo que encontraremos en el resto de espacios. En él vemos un mueble de líneas rectas en hierro negro mate que está coronado por una lámina del Museo MoMA de Nueva York. Se trata de una familia viajera y cada estancia guarda algún recuerdo de sus múltiples viajes. Allí mismo encontramos un pequeño aseo, que es el favorito de nuestra anfitriona. Está decorado con un papel pintado con motivos geométricos y un original toallero tipo escalera.

Accedemos a un espacio abierto, que integra salón, comedor y cocina. «Buscábamos un estilo moderno, sencillo y funcional, con un pequeño toque de industrial y que nos diera confort. No queríamos algo recargado. Lo fuimos decorando cogiendo ideas de aquí y de allá», comenta. La cocina, completamente blanca, está diseñada con líneas minimalistas y cuenta con un frigorífico americano y una península central muy práctica para cocinar y que además también delimita los ambientes. Tiene encimera de piedra sinterizada rodeada por tres taburetes altos de cuero marrón que resultan muy cómodos. Los tonos neutros y toques de negro aportan elegancia y equilibrio visual. «Hicimos obra hace dos años y abrimos los espacios, porque buscábamos amplitud. Estamos encantados con el resultado», cuenta Marisa, quien participó muy activamente en el diseño de la cocina. «Tenía muy claro lo que quería», añade.

El salón se completa con un precioso mobiliario, una gran alfombra y detalles decorativos cuidadosamente elegidos. Las paredes, en un gris claro, actúan como el lienzo perfecto para destacar piezas clave, como dos impresionantes espejos encima de sofá, que aportan más amplitud a la estancia. Aquí los textiles son en tonos teja. En la zona de comedor vemos una gran mesa con sillas de patas metálicas tapizadas en gris del catálogo del estudio de interiorismo vallisoletano de Lola Geijo y al fondo, dos cuadros en blanco y negro, que son una preciosidad. Los apliques de la luz son en negro, en toda a casa, a juego con a gran escalera.

Subimos a la primera planta por dicha escalera. Es de mármol con pasamanos de madera y barrotes de forja negra mate. El dormitorio juvenil se divide en dos estancias contiguas. La primera de ellas destinada al ocio y al estudio del hijo de la familia. La segunda, destinada al descanso. En ambas, los diseños son sutiles y relajados. Vemos una bonita mesa de estudio y una estantería en la que no faltan las construcciones de Lego y libros. Muchos libros. También fotos de sus viajes en familia.

En el pasillo encontramos otro de los baños de la casa. Marisa destaca la solución de una puerta de estilo industrial tipo granero en blanco con los herrajes en negro, que no solo añade carácter, sino que también optimiza el espacio disponible. «Nos parecía la solución perfecta para no perder ni un centímetro en el baño», comenta.

Pasamos al dormitorio principal. En la pared frontal encontramos un papel que imita las cañas de bambú, aportando un aire natural y acogedor. «Me gusta incluir detalles que den calidez sin recargar el espacio», explica Marisa, que ha elegido una ropa de cama en tonos neutros, que combinan muy bien con el cabecero tapizado en gris. Las lámparas de noche en mármol y hierro negro, modernas pero de aire vintage, son dignas de admirar. «El armario empotrado está lacado en el mismo tono de la pared», muestra mientras también nos fijamos en el carril de focos que lo iluminan. Y en el centro de todo, en el techo, un gran ventilador, también negro, con lámpara, ideal para las calurosas noches de verano. En el baño principal, el mismo porcelánico de gran formato se ha empleado en suelo, paredes y ducha, lo que visualmente da sensación de continuidad y un aire sencillo y a la vez elegante.

La última planta, la buhardilla se ha convertido en un espacio multifuncional, con una zona de despacho, una estantería repleta de libros, muchos de ellos de arquitectura, decoración y viajes, y una acogedora área de descanso. «Es nuestro rincón favorito para leer o relajarnos», dice Marisa. Las vigas de acero originales se han conservado aunque pintadas en blanco. Todo un acierto. «Estaban de color beige. Decidimos pintarlas de blanco, lo mismo que las lamas y la ventana del tejado. El resultado queda mucho más uniforme», dice.

La decoración de esta casa refleja muy bien las tendencias actuales y la personalidad de sus propietarios. Fotografías de viajes, como una tomada en Canadá durante su luna de miel, adornan las paredes y las dotan de personalidad. «Cada elemento de la casa tiene una historia», concluye Marisa. Y es esa atención al detalle lo que hace de este adosado un hogar muy especial.

La reforma y decoración del adosado de Marisa combina funcionalidad y estética, a través del uso de colores neutros, la elección de materiales naturales y la incorporación de detalles personalizados. Esta familia ha sabido cómo hacer de cada rincón un reflejo de ellos mismos. No te pierdas otras casas singulares que hemos publicado en nuestra sección y, sobre todo, ¡no dejes de leernos!

Características

Fecha construcción: año 2000

Superficie vivienda: 150 m² divididos en 3 plantas

3 Habitaciones

3 baños

Terraza exterior con porche y jardín

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