La inspiración contra la violencia de género en las aulas se llama Teresa

La última vez que vio a la joven, relató, fue poco antes de marcharse a trabajar a Bruselas y, rememora, estaba exultante. Fue en verano y nadie podía imaginar que pocos meses después la enfermera Teresa Rodríguez Llamares, de 23 años, iba a ser acuchillada en su propio apartamento del centro de la capital belga por su ex novio. «Dejó aquí a su novio porque ella quería ejercer su carrera y él, por celos, por machismo, porque ella valía más que él... A este chico se le fue la mente y se hizo un viaje a Bruselas solo para asestarle un montón de cuchilladas, destrozando la vida de Teresa, la de sus padres y su hermano, que ha tenido un bebé que ella no conocerá, pero él también ha destrozado su propia vida y la de su familia. Y todo, por el orgullo machista».

El docente, en este punto, se dirigió directamente a los alumnos varones. «Quiero que no os burléis de las chicas de clase, que no les hagáis fotos, que no les pidáis que os enseñen el móvil. Ese control no puede existir todos somos libres y la vida de cada persona merece un respeto. Donde hay respeto no cabe la violencia».

El profesor concluyó su intervención animando a los estudiantes a «denunciar, erradicar y evitar todo tipo de violencia» para dar paso a dos alumnas que realizaron una coreografía con la música en directo de otras alumnas de segundo curso, una pieza en la que no faltó el violonchelo que tanto gustaba a la homenajeada. «La música llega donde no llegan las palabras», indicó el director del centro, Ignacio Becoechea de la Rosa, que ejerció de maestro de ceremonias del acto, donde tampoco faltaron la poesía ('Libre te quiero', del poeta zamorano Agustín García Calvo) y las lágrimas de emoción por parte de los padres de Teresa, Blanca y Juan, y algunos profesores veteranos, además de antiguas compañeras de la malograda joven. Ella se convirtió este jueves en el símbolo de la lucha contra la violencia machista y fue el centro de los actos organizados en el Condesa Eylo con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, celebrado el pasado 25-N.

Tras el acto multitudinario en el gimnasio, la madre de Teresa pronunció una charla dirigida a los alumnos de cuarto curso de la ESO. Durante su intervención, la doctora Blanca Llamazares recordó, a ratos con voz quebrada por la emoción, la biografía y la personalidad de su hija desde que fue adoptada en un orfanato de Mozambique hasta que, el 27 de octubre de 2022, con 23 años, fue asesinada por quien había sido su primer novio durante un año. Su hija fue víctima de un crimen, subrayó, «simplemente por ser mujer, guapa, inteligente y estar viva». El motivo, indicó, pudo ser que en septiembre le había dicho al joven, guardia civil en prácticas, que terminaba la relación porque quería quedarse a trabajar y estudiar en Bruselas. «Esa decision insinuada fue el detonante de todo lo que nos ocurrió después y que nos ha destrozado la vida».

Con la excusa de conocer la ciudad, ha subrayado, César A. se presentó en el apartamento de Teresa y le propinó 153 cuchilladas. La familia duda de que el asesino confeso de la joven se intentara suicidar tirándose por una de las ventanas del edificio y, por el contrario, creen que se intento escapar por el tejado y cayó a la calle. «Pidió socorro, pero cuando le atendieron no dijo nada de lo que había hecho, de cómo había dejado a nuestra Teresa», ha indicado a su auditorio de alumnos, algunos de los cuales, como ella, no pudieron contener la emoción. El ex novio fue detenido el mismo día de autos y puesto a disposición judicial. Permanece en una prisión provisional en un centro penitenciario de Bruselas. Las diligencias del caso, que será juzgado por un jurado popular, han entrado en su fase final.

«Cada vez que escucho que hay una mujer asesinada, es nuestra Teresa», ha destacado en relación a que se ha disparado el número de mujeres muertas a manos de sus parejas o ex parejas, con una fatal estadística que ya supera la de todo el año 2022. Blanca Llamazares ha concluido su exposición pidiendo a su joven auditorio que, como sociedad del futuro, «cambie el esquema» porque «si el ultimo viaje de nuestra Teresa se puede evitar en un futuro, con eso me vale».