Una inmersión exclusiva en la historia de Valladolid para los suscriptores de El Norte

Fernando Pérez, conservador de este museo, fue el encargado de conducir a los dos grupos de suscriptores por un viaje fascinante a través de los siglos. Un viaje que comenzó en la misma fachada de este imponente monumento, que data de 1595, es obra de Pedro de Mazuecos y cuenta con inspiración italiana. Pérez relató la historia y características arquitectónicas de este palacio, que es guardián de importantes tesoros arqueológicos y artísticos que revelan el antiquísimo pasado de la provincia. «Me parece una excelente iniciativa por parte de El Norte. Es una manera de acercarnos a todo lo que tenemos en Valladolid», comentaba antes de comenzar la visita Daniel Jimeno, suscriptor desde hace cuatro años.

A lo largo de las primeras salas, ambos grupos pudieron disfrutar de una impresionante colección arqueológica, que abarca desde artefactos del Paleolítico hasta vestigios de la Alta Edad Media. El conservador compartió historias y detalles sobre cada pieza expuesta. Los suscriptores admiraron objetos que han sido rescatados de diferentes rincones de la provincia, como un gran colmillo de elefante antiguo encontrado en Villanueva de Duero. Explicó la evolución en el empleo de la piedra y cómo esta pasó de ser tallada a ser pulimentada, y profundizó en los megalitos apoyándose en la maqueta de Los Zumacales de Simancas. Las vitrinas albergaban también puntas de flecha, cazuelas, vasos campaniformes, cuencos, puñales de lengüeta y hasta un brazal de arquero. «Es una colección impresionante. Es la tercera o cuarta vez que vengo a este museo pero, que te lo expliquen de esta manera tan didáctica, es algo estupendo», señaló Dulce Abengochea entusiasmada con la visita. Ella es suscriptora de papel desde los años 80 y actualmente también lee el periódico en digital. «Siempre que puedo, me apunto a estas actividades. Me encantan», añadió.

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El recorrido continuó en las salas dedicadas a la época prerromana y especialmente en la cultura vaccea. En las vitrinas se sucedían diferentes joyas en oro y plata, objetos cerámicos y de metal, monedas y ajuares funerarios, como el de la necrópolis de Las Ruedas, en Padilla de Duero, que permitieron conocer cómo eran los ritos mortuorios de la antigua Pintia entre los siglos IV a. C. y I d. C. Otra pieza de bronce que llamó mucho la atención a todos, fue la 'Tábula de Montealegre', hallada en 1985 y que según explicó el conservador, «da fe de un acto jurídico fechado en octubre del 134 después de Cristo».

En la sección de Bellas Artes, el grupo quedó maravillado por una variada colección de pinturas en tabla y arte decorativo, así como por piezas de orfebrería y cerámicas que reflejan la habilidad artística de distintas épocas. Además, hubo espacio para explorar otras piezas relacionadas con la historia local, como una curiosa maqueta del antiguo Ayuntamiento o una maqueta del Valladolid de 1738 basada en el famoso plano del escribano Ventura Seco. «Nuestra vocación es ser el museo de la Historia de Valladolid», aseguró el conservador del museo.

«Es la primera vez que participo en una iniciativa como esta, pero no será la última», señaló Ignacio Hernando. «Me ha parecido muy interesante. Conocía la muestra pero me ha encantado la presentación y la interpretación de la historia de Valladolid, que se ha hecho desde un punto de vista muy interesante y apoyándose en las diferentes piezas arqueológicas», alabó este suscriptor al finalizar la visita.

Los lectores de El Norte agradecieron la oportunidad de poder descubrir los tesoros ocultos de Valladolid en compañía de expertos tan apasionados como Fernando Pérez, quien les condujo por este viaje en el tiempo a través de las historias que guardan cada objeto expuesto. «Me ha encantado. Ya conocía el Museo de Valladolid, pero la visita guiada ha resultado perfecta», agradeció María Jesús Urtiaga mientras se tomaba una foto en el claustro del museo, como recuerdo de la jornada.