Ingresado con dos cornadas internas el cortador Cristian Rubio tras ganar el concurso de corte libre de Valladolid

«A pesar de todo, estoy contento. Ha merecido la pena, aunque suene fuerte. Iba al concurso con muchas ganas», explica Rubio desde la habitación del hospital en la que se recupera del percance, que ha supuesto la primera cornada de su carrera. «Sabía que este día tenía que llegar y ha llegado. Qué sean todas así. A ver si tengo suerte y no me da mucha guerra», se sincera el cortador.

Durante el concurso, Rubio se olvidó del dolor, recibió las dos cornadas internas y siguió intentando cuajar una buena actuación. Tras acabar su serie, se quedó en el callejón esperando a que el jurado dictaminase los cinco cortadores que pasaban a la final y, después de que dijeron su nombre ante el último novillo del concurso adaptó las suertes a su estado físico. Los reversos que firmó encandilaron a los jueces y logró hacerse con el triunfo.  «Para que me pongan hielo, voy a que me abran», afirmaba el segoviano en el callejón minutos antes de la final y esa decisión le permitió seguir caliente antes de afrontar un final que acabó ganando con el pundonor como gran aliado.

«Me han dicho los médicos que tengo que pasar aquí unos días y ver cómo evoluciona todo esto», explica este opositor a agente medioambiental, que espera volver lo antes posible a los ruedos. «Con una rotura muscular, por mucho que quieras, no te funciona la pierna y no voy a salir cojo. Espero estar bien a finales de mes, para volver en Tordesillas o Castellón. Tengo tres drenajes y me han abierto bastante», indica.

Estas primeras cornadas de su trayectoria profesional se han convertido en una preocupación para la familia de Cristian Rubio. El cuellarano afirmaba hace unos días que su pasión por el toro no era muy bien acogida por sus seres queridos. «En mi casa se tomaron muy mal que quisiera dedicarme a esto. Encima tuve una cogida en mi primer concurso y me dijeron que lo dejara, que me echaban de casa. Al final, la afición ha podido con todo», afirmaba Rubio, al que su familia no le ha echado de casa y hoy acudirá al hospital. «Les he dicho que no vinieran a verme, pero esta tarde va a venir mi madre, aunque le he dicho que podíamos hacer una vídeollamada. Seguro que cuando llegue me dice que lo deje, pero esto me da la vida», concluye este enamorado del corte que ayer ganó el concurso de corte libre de Valladolid.

Los otros dos cortadores que resultaron cogidos en el concurso de corte libre de Valladolid, Eusebio Sacristán Use y David Ramírez 'Peque', no han precisado ingreso y se recuperan de los dolores tras los golpes sufridos, que por fortuna no revistieron gravedad.