El sospechoso que pudo ser arrestado durante el cerco policial del lunes a la urbanización Fuente Berrocal no abrió la boca en cuanto a los robos que se le imputan, nada menos que una decena en 21 días, y tan solo aportó a ... los agentes un nombre, una edad (38 años) y un origen (albanokosovar). El problema es que dicha identidad «no consta en ningún fichero español» los investigadores rastrean ahora las bases internacionales para confirmar su verdadera filiación, antecedentes, lugar de residencia... El detenido, por ahora, ha sido enviado a prisión por el juez al entender que existen indicios suficientes para imputarle la comisión de la última oleada de asaltos a viviendas registrada este mes en la capital. Los agentes le atribuyen, junto a su compinche huido, la autoría de diez robos registrados entre los días 5 y 26 en las urbanizaciones de Fuente Berrocal y Covaresa (junto a la carretera de Rueda), además de alguno más aislado a viviendas del Camino Viejo de Simancas, según confirmaron fuentes de la Policía Nacional.
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Lo que sí tienen claro los investigadores es que el detenido pertenece a una organización mayor dedicada a los asaltos de viviendas que busca exclusivamente «dinero y joyas –así lo confirman todas las víctimas–». Los testigos de los últimos robos siempre apuntaron a que los autores eran dos hombres, jóvenes en apariencia, y que usaban un Seat en sus huidas.
Y a bordo de un Ibiza fueron vistos a las siete de la tarde del lunes por una vecina de Fuente Berrocal –ella avisó al 091 al resultarle sospechoso– cuando salían de intentar desvalijar una casa de la calle Nabuco –pusieron todo «patas arriba» y no se llevaron nada–. Los policías blindaron entonces el barrio, detuvieron al primer sospechoso y el segundo logró huir literalmente semidesnudo al perder los calzoncillos, el pantalón y el calzado al zafarse de un agente que le sujetaba cuando se encaramó a una valla.
Su coche, un Seat Ibiza gris, fue intervenido y los agentes lograron recuperar algunas herramientas y unas pocas joyas que, al parecer, sitúan a los delincuentes en los escenarios de algún asalto. Los robos tuvieron lugar siempre entre las 17:00 y las 21:00 horas habitualmente en ausencia de los inquilinos. Los autores, en los diez casos, accedieron a las viviendas trepando para colarse por alguna ventana del primer piso. Solo en una casa de la calle Madroño, en Covaresa, se toparon con dos hermanos y huyeron sin enfrentarse a ellos.
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