Enrique López, consejero delegado de Grupo Amper. El Norte
Valladolid

El ingeniero de aquí que quiere llevar su empresa hasta los 1.000 millones

Enrique López, CEO de Grupo Amper, estudió en el Colegio Lourdes, se formó en Informática en la UVA y pese a dirigir una empresa con casi 4.000 empleados nunca ha perdido la vinculación con su tierra, que incluye jugar al fútbol con el CD Rioseco

Domingo, 28 de abril 2024, 00:28

«La familia y los amigos, en definitiva las personas, son lo más importante para mí y lo único que de verdad importa en la ... vida». Así de claro lo tiene Enrique López (Valladolid, 1972), el consejero delegado de Grupo Amper, una gran empresa cotizada –casi 4.000 empleados, experiencia en 50 países y 70 años de historia– a la que quiere llevar hasta los 1.000 millones de ingresos en 2026. Un alto directivo de aquí que es rara avis en lo suyo, porque a pesar de lo arriba que ha llegado en su profesión asegura que su existencia «no gira en torno al trabajo».

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La prueba es que a pesar de haber triunfado en Madrid nunca ha perdido la vinculación con su lugar de nacimiento, donde está su casa y su núcleo más cercano. Ese anclaje en el que son una pieza esencial Alicia, su esposa, profesora de Educación Infantil «vocacional y de la que dice que tiene «la capacidad y la fuerza de hacer cualquier cosa que se le ponga por delante», y dos hijos de los que se siente orgulloso, Alejandro, informático como él, y Rodrigo, que cursa Periodismo.

«Mi padre murió de forma repentina cuando solamente tenía 45 años y yo tenía 16, y sin duda es la experiencia vital que más me ha marcado»

Enrique López

Consejero delegado de Amper

El padre del CEO era de Aldeaseca, un pequeño municipio de la comarca abulense de La Moraña (210 habitantes en 2023, según el INE) que también vio nacer en el siglo XVI al maestre de campo Diego Ronquillo, gobernador general de Filipinas entre 1583 y 1584. Poco más de seis kilómetros lo separan del pueblo de su madre, Donvidas, con 31 vecinos el año pasado y una imponente iglesia mudéjar en honor a San Juan Bautista. Entre uno y otro pasó mucho tiempo de su niñez y juventud Enrique López y por eso, aunque oriundo de la ciudad del Pisuerga, se siente «vallisoletano, de Donvidas y de Aldeaseca a partes iguales».

Los buenos recuerdos de las piscinas de FASA

Su progenitor, que era el mayor de diez hermanos, emigró de Ávila a Valladolid para trabajar en lo que entonces era FASA Renault. De ahí que algunos de los mejores recuerdos del directivo tengan como escenario las piscinas del rombo en el Pinar de Antequera, «a donde sigo yendo en verano siempre que puedo y donde hice muchos de mis mejores amigos». «Por desgracia mi padre murió de forma repentina cuando solamente tenía 45 años y yo tenía 16, y sin duda es la experiencia vital que más me ha marcado», confiesa el consejero delegado de Amper. Con esas circunstancias vitales su madre, ama de casa, ha sido y es «el pilar fundamental para nosotros».

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El CEO –vallisoletano y abulense «a partes iguales»– durante una visita a instalaciones de su compañía. El Norte

Ese «nosotros» son él y sus dos hermanos menores, que le han dado cuatro sobrinos «y uno que está en camino». El mediano es el director de la Cantera del Real Valladolid, mientras que el pequeño es informático y también reside en la ciudad. Una ciudad en la que Enrique López estudió en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes y posteriormente se formó en la UVA. Primero cursó la Diplomatura en Informática de Gestión en la Politécnica, y después, cuando ya estaba trabajando, Ingeniería Superior Informática en la Facultad de Ciencias.

¿Significa eso que desde pequeño le gustaban los ordenadores? «No», responde sincero. En realidad siguió la recomendación de un tío paterno, que le aseguró que «era la carrera con la que más fácil podías trabajar y ganar dinero. Le hice caso y acerté», recuerda. Añadió un MBA en la Thales Université de París y a volar.

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En su despegue tuvo mucho que ver otro buen consejo, el que le dio una persona con la que trabajaba y que le animó a optar por la vía más innovadora de las dos que se le abrieron. «Fue la mejor decisión que tomé en mi vida», porque le permitió «ir muy rápido en la parte técnica y enseguida me ofrecieron pasarme a la gestión». Con todo, cree que sus logros son «consecuencia de ser simplemente una persona trabajadora, responsable y normal».

Optar por un camino profesional innovador «fue la mejor decisión que tomé en mi vida», porque «me permitió ir muy rápido en la parte técnica y enseguida me ofrecieron pasarme a la gestión»

Enrique López

Consejero delegado de Amper

Su trayectoria laboral arrancó como programador en Tabacalera, de donde pasó a Thales y más tarde a Everis y Zelenza. En conjunto más de dos décadas hasta recalar en Amper, firma a la que llegó en junio de 2022 y de la que en noviembre ya era CEO. Creada en los años cincuenta por el salmantino Antonio Peral, opera en dos áreas: defensa, seguridad y comunicaciones, por un lado, y energía y sostenibilidad, por otro. El giro estratégico que López ha imprimido a esta compañía la ha devuelto a los beneficios y ha hecho que las ventas crezcan a doble dígito en 2023.

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Una satisfacción «impagable»

Deportista desde siempre, lo que más le gusta es el fútbol, que además de muchas y buenas amistades le ha dado «una forma de entender la vida basada en el esfuerzo, el compañerismo y en relacionarte y valorar a personas de todo tipo y condición». Lo practica con el CD Rioseco, con el que ganó la I Copa Campeones de España de Veteranos. Y es patrono de la Fundación Eusebio Sacristán, «ídolo de infancia y ahora un amigo del que presumir porque es una persona extraordinaria».

En lo que encuentra más satisfacción, sin embargo, es en colaborar con Cáritas en Valladolid. «Yo tendría que pagar por hacer eso», afirma convencido cuando habla de lo que le aporta. Para empezar, «sentirte privilegiado por tener una casa y una familia». Después, «sentir que ayudas a alguien y que ese alguien te lo agradece». Y por supuesto, el trato con «gente muy golpeada por la vida», «que lo único que buscan es un poco de afecto y de cariño». «Eso es impagable», sentencia.

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«En España la Universidad forma a mucha gente en profesiones que la empresa no necesita»

El CEOde Amper es tajante al señalar que «en España la Universidad forma a mucha gente en profesiones que la empresa no necesita, y ese es el camino más rápido para generar desempleo y frustración». «De eso en parte la culpa la tenemos la generación de padres de mi edad, que hemos creído que si los niños no estudiaban una carrera eran menos. Es mentira», señala. Defiende la FP, «muy enfocada a un trabajo que sí se demanda», y da un consejo a los jóvenes: «Europa necesita gente con conocimientos tecnológicos y es lo que deberían estudiar». Mejor si es un módulo superior, «que acabas y estás trabajando», y a partir de ahí «la empresa lo que valora es tu productividad y tu actitud. Le importa un huevo qué título tienes».

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