La inestabilidad marcará el inicio de junio con «fuertes granizadas» previstas para hoy en Valladolid

Una potente «célula tormentosa», que se desarrolló al este de la provincia, fue la responsable de la granizada que arrasó algunos pueblos de la ribera del Duero a primera hora de la noche del domingo, cuando los pluviómetros registraron acumulaciones de hasta cuarenta litros por metro cuadrado en localidades como Piñel de Abajo. Esta situación podría repetirse de nuevo hoy, cuando las previsiones apuntan a la formación de núcleos tormentosos que alcanzarán de nuevo suelo vallisoletano por el sureste y que esta vez podrían descargar granizo en otros puntos de la provincia, capital incluida. La inestabilidad, en este sentido, marcará el arranque de junio.

«La situación convectiva, y con ingredientes puede que más potentes que el domingo, volverá a repetirse este martes, puede que ya de madrugada, con precipitaciones intensas en forma de granizo que se esperan de nuevo para las primeras horas del viernes», apunta el jefe de Predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Jesús Gordaliza, quien aclara que se trata de «fenómenos habituales en este periodo de transición entre la primera y el verano».

Las tormentas, en el caso de hoy, podrían descargar en cualquier punto de la provincia, aunque todo apunta a que podría verse afectada la misma comarca del entorno de Peñafiel que ya sufrió con intensidad la granizada del domingo. «Son fenómenos puntuales que pueden causar graves destrozos en zonas puntuales y no dejar ni una gota a un kilómetro», explica el meteorólogo. Y esto fue lo que ocurrió el domingo, cuando la tromba apenas alcanzó a pueblos limítrofes de Pesquera o los dos Piñeles e, incluso, dentro de sus propios términos hubo parajes que se libraron de la tromba.

«Esta situación convectiva parece que se mantendrá también la semana que viene y la atmósfera tenderá a estabilizarse a mediados de junio», apunta el especialista de la Aemet, quien ahonda en que el verano, en cualquier caso, se prevé «más caluroso de lo habitual». En la línea, en definitiva, del inicio del año. El recién concluido mayo, de hecho, fue más cálido de lo habitual, con una temperatura media de 15,5 grados, uno más de lo normal; con las máximas hasta 1,5 grados superiores a lo habitual (22,6) y las mínimas (8,5) también más altas (0,6 más). Eso sin apenas lluvias.

Tanto es así que tan solo se recogieron 16,4 litros por metro cuadrado en la capital, cuando lo habitual son 49, y el balance del año se sitúa ya en números rojos con 170,4 litros, 13,6 menos de lo normal para este periodo (184).