Oro, incienso y... ¿qué demonios es la mirra?

La tradición cristiana cuenta que sus Majestades de Oriente adoraron a Jesús ofreciéndole oro, incienso y mirra. Nadie tiene dudas acerca del primer y segundo obsequio pero ¿qué es y para qué sirve la mirra?

Sonia Quintana

Valladolid

Domingo, 5 de enero 2020, 20:01

«Unos magos vinieron de Oriente a Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el nacido rey de los judíos? Porque vimos en Oriente su estrella y hemos venido con el fin de adorarle». Así, guiados por la estrella, según la tradición cristiana, llegaron a Belén un 6 de enero los tres Reyes Magos para adorar al Niño Jesús nacido en Nochebuena. Melchor, el de más edad, con cabellos y barba largos y canosos; Gaspar, de barba castaña; y Baltasar, de tez oscura. Ataviados con túnicas de vibrantes colores, como presentes «oro trae Melchor, incienso Gaspar y olorosa mirra el rey Baltasar», recoge el villancico tradicional.

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A Melchor, según una de las interpretaciones más extendidas sobre el significado de las ofrendas, le correspondió regalar oro, con el que reconocía al Niño Jesús como Rey de Reyes; Gaspar llevó el incienso, cuyo aroma se ofrecía a la divinidad e identificaba a Jesús como Dios; y Baltasar fue el encargado de la mirra, que señalaba su mortalidad como Hombre. Otra lectura más mundana es la que atribuye al oro la cualidad de aliviar la pobreza; al incienso, la de ahuyentar el mal olor (del establo); y a la mirra... ¿qué demonios es la mirra?

La mirra es una resina que se obtiene de un pequeño árbol llamado 'Commiphora myrrha', que crece al noreste de África, Arabia y Turquía. Se obtiene haciendo una incisión en la corteza del árbol (de ahí lo de que este presente señalaba la mortalidad de Jesús como Hombre). Esta resina, gomosa, aromática, amarga y de color amarillo, al secarse obtiene formas irregulares y su tonalidad se vuelve pardo-rojiza. Tradicionalmente se utilizaba como ingrediente principal para elaborar perfumes y ungüentos y también se usaba para diluir tinta en los papiros y embalsamar a los muertos. En la actualidad se emplea como antiséptico en enjuagues bucales y dentífricos.También posee propiedades cicatrizantes, regenerantes y antiinflamatorias. ¡Vaya regalazo llevó Baltasar a Belén!

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