Valladolid

Incertidumbre en los bares con opción a recuperar la terraza: «Nadie nos ha informado»

Este estudio del Ayuntamiento, realizado por una empresa externa, le da una solución a nueve de los más de medio centenar de bares que conservaron este tipo de terraza hasta finales de 2023, y que encajan en tres supuestos: que el Consistorio amplíe la acera frente al local, que instalen la terraza, de forma extraordinaria, a más de 15 metros de la puerta de su local donde tengan un lugar más idóneo para hacerlo o que lleguen a un acuerdo con la comunidad de vecinos a la que pertenecen.

Las terrazas en plazas de aparcamiento fueron una solución provisional para que los establecimientos de hostelería que no contaban con espacio suficiente para colocar mesas en la calle conservasen su negocio tras el confinamiento por la pandemia de la covid que trajo consigo una nueva normalidad que restringía el acceso al interior de los locales. Estas montajes, que tuvieron siempre un carácter temporal se alargaron en el tiempo hasta este año. Cuatro años en los que bares y cafés, normalmente de pequeño tamaño, vieron ampliado su negocio hacia la calle a la que desde enero tuvieron que renunciar tras la orden municipal de desmontaje

El bar Titanic es uno de los bares que deberá esperar para ver si el Ayuntamiento amplía el ancho de la acera. Situado en la calle Arca Real, frente al polideportivo Delicias, los clientes que ahora se quedan de pie en la puerta, echan de menos poder «sentarse a la fresca» en este popular bar de la zona. Ruth García, propietaria del bar, no ve en la falta de terraza un problema: «Es un bar familiar, conozco a los clientes por su nombre y vienen igual haya sitio fuera», aunque reconoce que la terraza era «un aliciente» en días de calor. En la barra, los asiduos consumidores animan a Ruth a recuperar la terraza, pero ella no se lo plantea como algo esencial para el negocio, y más si, como en su situación, depende de que el Ayuntamiento amplíe el ancho de la acera: «Antes de ampliar y darme terraza, es más importante que se repare la acera de esta calle» aprovecha para denunciar que ese tramo de Arca Real está «descuidada, con grietas y muchos baches desde hace años».

Otro de los supuestos para recuperar la terraza es que, a pesar de que la norma prohibe las mesas a más de 15 metros de la puerta del local, algunos hosteleros puedan hacerlo por circunstancias del entorno. Esta es la situación a la que se enfrenta el bar Cokran, en la calle del Norte, tras la plaza de toros. Sus dueños Juan Carlos Alfageme y María José Caballero llevan casi treinta años con su local y perder la terraza este enero fue «volver a la situación habitual». Se enteraron de que podrían solicitar de nuevo un emplazamiento pero esta vez en la acera de en frente, cuando leyeron el periódico y se muestran «muy sorprendidos» por el resultado del estudio: «Hace quince años pedimos exactamente lo que ahora proponen, poner la terraza en frente y me lo negaron porque no existía un paso de peatones». Ahora Juan Carlos, tras haber tenido que eliminar la plataforma usada como terraza en la que invirtió más de 2000 euros, además de pagar el último año una tasa que ronda los 1400, no se plantea volver a pagar ante la previsión de una subida: «Es un gasto que no queremos volver a hacer». María José, al igual que en el bar Titanic, señala que tiene unos clientes habituales y fieles que «no van a dejar de venir aunque no haya terraza».

En el café Artemisa, ubicado en la plaza del Caño Argales, la propietaria Beatriz Benito tiene intención de recuperar la terraza. El Ayuntamiento le da la solución de trasladarla a la plaza pero para ello se debe cruzar la calzada que viene desde Nicolás Salmerón, así que Beatriz no lo ve factible: «Es imposible gestionar una terraza si tienes que cruzar una calle tan transitada, no se podría ni contratando a una persona más». En las plazas de aparcamiento que ocuparon las mesas de exterior de este bar ahora se acumulan los contenedores por las obras de las calles Panaderos y Ferrocarril. «Los vecinos ven las obras y nos dicen que deberíamos recuperar la terraza, que le dan mucha vida a la zona», cuenta Beatriz con pena. A diferencia de los dueños del Cokran, en el Artemisa sí están dispuestos a pagar las tasas de nuevo: «Al final es una inversión que se recupera. En verano gastamos lo mismo pero en aire acondicionado».

El último de los casos se da en frente del Laboratorio de Artes de Valladolid (LAVA), en la calle Velázquez, donde se encuentra la churrería Madreka. A pesar de que tuvo que levantar su terraza ubicada en las plazas de aparcamiento, ahora es uno de los nueve locales afortunados de poder continuar con su terraza. Para ello tendría que llegar a un acuerdo con los vecinos, ya que de colocar de nuevo mesas y sillas, debería hacerlo bajo los soportales del edificio en el que se encuentra la churrería. Este espacio se considera de propiedad privada y por tanto, para volver a tener terraza tendrán que negociar con los propietarios del bloque.

Sean cuales sean las circunstancias para retomar la actividad en vía pública, el Ayuntamiento no se ha comunicado aún en ninguno de los casos con los locales que se pueden acoger a esta reubicación de las terrazas y se mantienen a la espera de noticias del Gobierno municipal mientras el verano avanza sin que estos bares puedan servir en la calle en los meses idóneos para ello.