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Los jefes de la Policía Local de Valladolid, al habla. Y en plena sala de operaciones. La misma que el lunes y el martes fue un hervidero con cientos de llamadas y con todos los recursos centrados en dar soluciones ante un colapso que despertó ... la impotencia del cuerpo ante las reivindicaciones de los agricultores. Echaron horas extra, tanto desde el centro de mando como en la calle para dar respuestas a todos aquellos que se quedaron atrapados tras los cortes.
48 horas después, y con la amenaza de una nueva tractorada durante la jornada de los Goya, los mandos de la Policía, con incertidumbre, se afanan en recomendar que ese día, cuando la ciudad se vista de glamour, no utilicen el coche. Porque la ecuación es sencilla, ante menos vehículos, menos problemas por mucho que haya vehículos agrícolas en las principales vías de la ciudad.
En la retina aún permanecen los momentos de tensión del lunes y el martes. Con decisiones improvisadas ante la escasa comunicación que manejaban de los tractoristas. «Fueron días muy complicados para la Policía Municipal, puesto que además era una situación en la que no había habido una comunicación previa, ni se sabía el itinerario, ni el horario, ni absolutamente estaba planificada. Solo veíamos entrar a la ciudad a los tractores», rememora la superintendente, Julia González Calleja.
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Ella fue la encargada de coordinar todos los efectivos desde la sala de operaciones, con varios agentes analizando al segundo las pantallas de las 33 cámaras que están desplegadas por la ciudad. «Eso nos permitió que los mandos que estaban operativos en la calle transmitieran la información a la sala. Pero cada mando no tenía una visión general de toda la ciudad. Esa la teníamos aquí, con lo que podíamos detallar cada movimiento de los tractores. Les informábamos de los cruces que se liberaban, los que se ocupaban... movíamos a las patrullas desde aquí. Fue vital la tarea que hicieron los operadores, que estuvieron toda la mañana saturados y con llamadas en cola. No dábamos a basto dentro de las posibilidades que teníamos de informar con lo que estábamos viendo y lo que nos llegaba de la calle», añade González Calleja.
Julia González Calleja
Superintendente de la Policía Municipal
Porque la Policía trabajó sin planificación. No tenían ninguna pista de los agricultores para poder anticiparse. «Si tienes entre 500 y 800 tractores en puntos neurálgicos poco se puede hacer. No había vías alternativas, porque esa supuesta vía alternativa también estaba colapsada. Trasladábamos toda la información a través de las redes sociales para informar al ciudadano», recuerda la superintendente, que ensalza la labor de sus compañeros durante estos días. «Hemos hecho todo lo posible, incluso hablando con los agricultores. Nuestra misión exclusivamente es el tráfico. Hemos tenido un dispositivo importante y todos los agentes han estado perfectos».
Porque la única alternativa que había durante esos días de invasión de vehículos agrícolas era guardar el coche o usar la bicicleta. «Entiendo que son situaciones complicadas, pero son situaciones que nosotros, la Policía, tratamos de paliar. No podemos hacer más con el tema de si comunican o no comunican la manifestación», insiste González Calleja.
Por ese motivo, por si la historia se repite durante este sábado, el día de los Goya, la Policía Local recomienda precisamente eso: no sacar coches a la vía pública. «Desconocemos si volverán. Aun así, pedimos paciencia. Sé que es complicado, pero hay que tener paciencia. Que entiendan que los policías estamos haciendo nuestro trabajo, que hacemos todo lo posible por paliar las inclemencias, pero que no hacemos milagros. Tenemos la nueva cuenta de 'X' (@PoliciaMV) para informar, además de Instagram, Facebook y los medios de comunicación», concluye.
Junto a Julia González, como jefe de sala, se encuentra el inspector David Silván. Detalla y alaba la función de los drones en estos casos. Hasta el punto de ensalzar ese trabajo y manifestar que es una de las oportunidades que da esta herramienta para facilitar el trabajo de los agentes a pie de calle. Sobrevolaron el cielo vallisoletano dos drones y fueron esenciales durante todo el día. «Las cámaras fijas que tenemos están orientadas específicamente al control de tráfico, pero hay muchas zonas de sombra que no tenemos imagen con cámara fija. Ahí llegaron los drones», destaca Silván.
Por si fuera necesario, la unidad de drones estará operativa durante la jornada de los Goya. Inicialmente para dar soporte al evento, pero «si surge otra manifestación no comunicada u otro evento no controlado, se dispondrá de ellos», concluye el inspector.
La ronda de jefes concluye con Juan Manuel González Becerra, intendente de la Policía Municipal. Fue uno de los mandos que se desplegó en la calle y palpó el sentir de la ciudadanía y de los agricultores. «Teníamos que organizar sobre la marcha. Intentábamos regular el tráfico en cada punto para dar alternativa a los ciudadanos, a la par que dialogábamos y negociábamos con los manifestantes con el objetivo de abrir el cruce o que durara lo menos posible», afirma Becerra.
Ardua labor porque la información que recibían era escasa. «No sabíamos dónde se iban a parar porque se comunicaban por grupos de Whatsapp. Era como un incendio con varios focos, intentábamos apagar uno a uno», concluyen los mandos de la Policía Municipal a la espera de que el sábado el protagonismo solo sea para los artistas del mundo del cine.
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