«La imagen de Valladolid en 2030 será la de una de las ciudades más modernas de España»

No habrá sido un camino fácil... ¿Cómo se ha preparado Valladolid para participar en este reto?

Nuestra trayectoria en estos años nos ha dado experiencia en la ejecución de fondos europeos. Tenemos proyectos como URBANGreenUP o el Remourban, participamos en muchos grupos de ciudades a nivel nacional como la Red Innpulso o la Red de Ciudades Inteligentes, RECI. Somos promotores en la economía circular y ciudad de referencia en este ámbito. Además, nuestro alcalde es el vicepresidente del Foro de Desarrollo Económico de la red europea de ciudades Eurocities. Con todo esto, hemos consolidado el posicionamiento de la ciudad de Valladolid. Valladolid ha hecho los deberes y ha podido entrar en el pelotón de salida de la plataforma CitiES2030 con objetivos ambiciosos, como que en 2030 podamos ser climáticamente neutros.

Una parte importante también es la financiación. La Comisión Europea ha aumentado en un 30% el presupuesto del programa Horizonte Europa, que incluye un apartado para llevar a cabo las políticas de I+D+i, alineado con el Pacto Verde, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda Urbana Europea. ¿Cómo se plantea el aprovechamiento de estos fondos?

Esta misión no es un proyecto al uso. En realidad, lo que consigues es una etiqueta de ciudad inteligente y climáticamente neutra. Y esa etiqueta nos va a dar un título necesario para optar prioritariamente a los fondos europeos y llevar a cabo los objetivos planteados. Vamos a optar a fondos públicos, pero también a inversiones de fondos privados. Uno de los requisitos para ello es firmar un pacto de ciudad en el que todos los agentes están involucrados, Ayuntamiento, instituciones, centros tecnológicos, de conocimiento, el ecosistema empresarial pero también la ciudadanía. Este gran pacto implica cogobernanza porque se trata de una misión de ciudad. Acceder a esos fondos públicos y privados es una oportunidad para dinamizar nuestra economía, para las empresas y el emprendimiento. Lo que estamos haciendo es trabajar para que nuestro ecosistema sea más resiliente e innovador.

Además de beneficios medioambientales, ¿la 'Misión Europea 100 Ciudades Inteligentes y Climáticamente Neutras' también se traduce en nuevas oportunidades de trabajo y económicas?

Conseguir este objetivo requiere de tecnología, pensar en la rehabilitación energética de la ciudad involucra a sectores importantes como el de la construcción. Hablar de la renaturalización involucra a las empresas medioambientales, la economía verde y circular. Es también una gran oportunidad para el emprendimiento porque muchos de estos retos llevan aparejados una serie de productos o servicios concretos de los que no hay mucha oferta en el mercado. Las empresas tienen que transformarse en más sostenibles y tecnológicas y también hablamos de economía circular, hay que reinventarse y encontrar nuevos puntos de negocio y de mercado. Estamos convencidos de que es una gran oportunidad para Valladolid. Proyectos como el de la empresa de autobuses eléctricos que se va a instalar aquí es porque generamos una imagen de ciudad a la altura del reto que tenemos. No es un trabajo de un año o dos, pero va más rápido de lo que pensamos. Las conversaciones sobre el reto climático, después de la pandemia, se han acelerado. Es ahora o nunca. Y muestra de ello es que lleguen estos fondos y sepamos aprovecharlos.

Este proceso de transformación urbana que busca lograr espacios urbanos más sostenibles, resilientes y habitables se va a desarrollar durante los próximos años, pero ¿cómo se imagina el Valladolid de 2030?

Veo un Valladolid en 2030 sobre todo bullente, ilusionante, dinámico y más joven. Cuando hablamos de estos proyectos, de la dinamización y oportunidad que puede implicar a nuestras empresas, estamos hablando de algo muy importante, tenemos un objetivo que es retener el talento de la ciudad. Necesitamos que se queden y regresen los jóvenes y que vengan otros porque Valladolid sea una ciudad de oportunidades. Me imagino una ciudad más verde, sostenible, con movilidad a la altura de las circunstancias. En definitiva, me imagino una ciudad de futuro. Estoy convencida de que la imagen de Valladolid en 2030, que ya está cambiando, va a ser la de una de las ciudades más modernas de España. Tengo un convencimiento absoluto.

Haciendo balance del año, ¿cuáles han sido los proyectos de los que se han sentido más orgullosos?

El proyecto más importante ha sido llevar a cabo esta candidatura. Es un proyecto de Ayuntamiento en el que han estado implicadas todas las concejalías en un trabajo transversal y coordinado. El reto que tenemos no es solo medioambiental, sino también de las personas, que afecta a viviendas, movilidad, ciclo del agua, a la ciudad, en definitiva. Por otro lado, plantear estos objetivos ha supuesto también para la Agencia reorganizarnos para desplegar nuestro conocimiento y trabajo en las oportunidades que están por llegar, es algo que hemos hecho a nivel interno.