La iglesia de San Pablo se cuela en La Rondilla tras el derribo de las Oblatas

Una imagen inusual desde La Rondilla que tiene las horas contadas, ya que la promotora prevé iniciar a continuación del derribo, en cuanto terminen de sacar los últimos escombros de los cimientos del inmueble que durante 44 años tapó esta fugaz estampa, los trabajos de construcción de un bloque residencial que contará con 39 viviendas y cinco alturas, más una sexta en la parte central, que volverá a tapar las vistas a San Pablo.

Ampliar

La residencia de las Oblatas, cuya congregación permanece en la capital a través del centro Albor (calle Santuario) de asistencia a mujeres que ejercen la prostitución y a víctimas de explotación sexual, cerró sus puertas a finales del año pasado, cuando el inmueble de 1978 fue vendido a la promotora Norforest, que prevé levantar el nuevo bloque de viviendas en un plazo de veinte meses de cara a su conclusión en 2024. Por ahora, y a la espera de que las máquinas vuelvan a tomar el solar (el edificio contará con tres plantas de garaje subterráneo), la iglesia de San Pablo y el resto de inmuebles históricos permanecerán a la vista desde La Rondilla.