Una iglesia de Arroyo a rebosar acoge la emotiva despedida a Gabriel Villamil

Que Gabriel Villamil se ganó el respeto como profesional del fotoperiodismo durante su carrera era algo que sabíamos todos. Que además se granjeó el cariño de cuantos se cruzaron en su camino lo han podido confirmar estos días sus padres, Miguel y Matilde; su mujer, Beatriz Pérez Encinas, y sus hijas, Lucía y Gabriela.

En fechas tan comprometidas por las salidas vacacionales de agosto, han sido numerosísimas las personas que han desfilado por la sala de la avenida de Gijón que ha acogido el velatorio desde el domingo y también las que en la mañana de hoy han asistido al funeral en la iglesia de Nuestra Señora de la Vega, en Arroyo de la Encomienda.

Políticos como la senadora Mercedes Cantalapiedra; el presidente de la Diputación Conrado Íscar, los concejales del Ayuntamiento de Valladolid Irene Carvajal, Francisco Blanco y Rodrigo Nieto; el procurador en las Cortes de Castilla y León Pablo Trillo; el alcalde de Arroyo –localidad de la residencia familiar de Gabriel–, Sarbelio Fernández, así como profesionales de El Norte en activo y jubilados –entre ellos, sus compañeros de brega Henar Sastre y Ramón Gómez– y, es importante destacarlo, fotógrafos de otros medios, como Paco Heras (Abc), Nacho Gallego (Efe), Eduardo Margareto (Ical), Pablo Requejo (Photogenic) y el fotógrafo colaborador durante décadas de El Norte en Medina del Campo Fran Jiménez. Incluso un artista fotógrafo como el medinense Ángel Marcos. Todos han mostrado su dolor por la pérdida tan prematura de un hombre en la plenitud de su vida.

Durante la celebración, en un templo a rebosar, se situó frente al atril su hija pequeña, Gabriela, quien se sobrepuso a la emoción para despedirse de su padre con una intervención llena de cariño que encogió el corazón de todos los presentes.

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